Entre el palo y la zanahoria, el gobierno francés ha elegido la zanahoria. Pero no cualquiera. Desde el 5 de octubre, tres colegios profesionales de la periferia parisina pondrán a prueba un sistema de incentivos para luchar contra el absentismo de los alumnos. Y esto se traduce en un cantidad de 2.000 euros por clase si los alumnos asisten con regularidad, que podrá llegar a 10.000 euros a finales del curso, que será utilizada para comprar material informático, ir de viaje de estudios, etc. La noticia ha escandalizado a los padres de los alumnos y a los sindicatos de enseñanza, informa Libération. Una reacción justificada, según el diario francés, que denuncia una medida que "afecta a viejos principios republicanos según los cuales la escuela y el saber no son una mercancía para comerciar".
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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