España vivía este miércoles su primera huelga general de la era Zapatero, el jefe de gobierno socialista. Los españoles protestan, sin demasiado entusiasmo, contra la reforma del mercado de trabajo y el rigor presupuestario impuestos por la crisis de la deuda en la zona euro (ver abajo).
Pero el malestar social se manifiesta por toda Europa. Una gran manifestación europea circulaba por Bruselas este miércoles. La Confederación Europea de Sindicatos(CES) esperaba a 100.000 personas de 30 países distintos para decir "no a la austeridad". La última movilización importante de este tipo se remonta a diciembre de 2001, cuando la CES movilizó a 80.000 personas en la capital europea para reclamar "una Europa más social".
En Portugal, la primera organización sindical portuguesa, CGTP, próxima al partido comunista, organizaba manifestaciones en Lisboa y Oporto. Las dos principales centrales sindicales de Polonia, Solidaridad y OPZZ, han llamado a manifestarse ante la sede del gobierno. Se han anunciado concentraciones también en Irlanda, Italia, Serbia y Letonia. En Francia, por último, se prevén nuevas concentraciones el 2 de octubre contra la reforma de las pensiones.
Los riesgos de la política de austeridad
Los sindicatos esperaban influir sobre la Comisión Europea, que tiene previsto presentar hoy sus planes para sancionar a los países de la zona euro que son demasiado laxos desde el punto de vista presupuestario. A partir de ahora los países que gastan demasiado o que no reducen lo suficiente su deuda serán sancionados.Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (27 países) se reúnen también el día 30 en la capital europea.
Desde que la "crisis de la deuda" pusiera al descubierto las derivas presupuestarias de Grecia, así como de varios otros países de la zona euro, los gobiernos –en Italia, Reino Unido, España, Alemania, Irlanda, Portugal y Francia— han multiplicado los anuncios de medidas de austeridad sobre los gastos estatales o sobre los sistemas de pensiones.
El peligro de esta política de austeridad, insiste John Monks, secretario general de la CES, en un vídeo difundido por Internet, es provocar una recesión en un momento en el que la economía está ya "muy cerca" de ella. La confederación defiende, al contrario, una política de apoyo al crecimiento. Según los sindicatos siempre se puede hacer una excepción, una opinión compartida por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha lanzado varias advertencias en este sentido en los últimos meses.
España
Test social para Zapatero
"29-S: la hora de la verdad": El Periódico de Catalunya resumía así lo que hay en juego en la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO contra la reforma del mercado de trabajo del gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. El periódico catalán subraya que los sindicatos han “paralizado la industria” y respetan los servicios mínimos del transporte. El éxito de las huelgas se mide por su seguimiento en las grandes ciudades, que ha sido calificado de "masivo" por los sindicatos, según los cuales cerca del 70% de los asalariados se han sumado a la huelga.
Para su homólogo madrileño El País, el movimiento social es un “enfrentamiento entre la voluntad del Congreso (la reforma laboral, motivo principal de la huelga, está aprobada en la Cámara baja) y la interpretación de las organizaciones sindicales, que imputan a la reforma, no sin argumentos, una pérdida de derechos de los trabajadores". Sin embargo, añade, el Gobierno está obligado a mantener su plan de ajuste presupuestario por una razón tan sencilla como dolorosa: "los recursos públicos son insuficientes para hacer frente a las necesidades de gasto del actual Estado de bienestar, al menos mientras dure la recesión."