Ideas Libertad de prensa

Oleksandra Matviichuk, Premio Nobel de la Paz: “Muchas personas, incluso en las democracias desarrolladas, no son conscientes de la importancia de la libertad de prensa”

La directora del Centro Ucraniano para las Libertades Civiles reflexiona sobre la fragilidad de las libertades globales en medio de un orden mundial en ruinas, enfatizando el papel fundamental de los periodistas en la salvaguardia de la democracia en tiempos turbulentos.

Publicado en 8 diciembre 2023 a las 08:30

Nos está tocando vivir tiempos más bien turbulentos. El orden mundial, basado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, se está derrumbando ante nuestros ojos. El problema no es solo que el espacio de libertad en los países autoritarios se haya reducido al tamaño de una celda carcelaria. El problema es que incluso en las democracias desarrolladas, las fuerzas que cuestionan la Declaración Universal de Derechos Humanos están ganando peso.

Hay razones para ello. Las generaciones recientes han reemplazado a las que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial. Han heredado la democracia de sus padres. Comenzaron a dar por sentados los derechos y libertades. Se han convertido en consumidoras de valores. Perciben la libertad como elegir entre un queso u otro en el supermercado. Por lo tanto, están dispuestas a cambiar la libertad por beneficios económicos, promesas de seguridad o comodidad personal.

Por eso, tantas personas, incluso en las democracias desarrolladas, no son conscientes de la importancia de la libertad de prensa. Así pues, consumen cada vez más unos sucedáneos de información generados en redes sociales y mensajerías instantáneas.

Sin embargo, la verdad es que la libertad es muy frágil. Los derechos humanos no se consiguen de una sola vez y para siempre. Somos nosotros los que tomamos nuestras propias decisiones cada día. 

Antes de tomar mi vuelo a Bruselas, mantuve una reunión con una amiga a la que no había visto desde el inicio de la guerra a escala total en Ucrania. Le dije que iba a pronunciar unas palabras en esta ceremonia de entrega de premios. Fue entonces cuando ella me contó esta historia.


Estoy aquí solo para decir: muchas gracias, periodistas. Porque no encuentro las palabras adecuadas para explicar la importancia del trabajo que tan honradamente hacen ustedes


El primer día de la invasión rusa a escala total resultó que mi amiga se encontraba muy lejos de su hogar. Junto con otras personas se escondió en un refugio antibombas, donde la TV funcionaba y así pudieron ver las emisiones desde el distrito de Kiev. La periodista estaba informando en directo de las consecuencias de los primeros ataques rusos: edificios residenciales destruidos, coches particulares ardiendo, personas aterrorizadas. Finalmente, terminó su informativo diciendo que daba las gracias a todas cuantas personas estaban viendo y escuchando a los periodistas y que todos, ellas y ellos, contarían y mostrarían los acontecimientos hasta el último momento, mientras fuera materialmente posible.

Mi amiga estaba llorando cuando me contaba esto. Aquel día tampoco ella sabía si sobreviviría. La única conexión entre ella, sus personas más queridas y la totalidad del país era esta periodista que sencillamente estaba haciendo su trabajo honradamente. En ese momento, ese trabajo adquirió un significado crucial incluso para aquellas personas que nunca se habían parado a pensar en ello antes.


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He oído las mismas historias contadas por personas que se encontraban en los territorios ucranianos ocupados por el ejército ruso. Los rusos estaban tratando de convencer a todos de que Kiev ya había sido capturada, pero la gente escuchaba en secreto las emisiones de radio para descubrir la verdad. He oído las mismas historias de personas que sobrevivieron al cautiverio ruso. Presos que tuvieron acceso a las noticias transmitidas desde la libertad a los teléfonos móviles por Internet. La gente lloraba al contar estas historias al igual que mi amiga. Porque han aprendido por propia experiencia el precio de la libertad de expresión.

Soy abogada especialista en derechos humanos y llevo muchos años aplicando la ley para proteger a las personas y la dignidad humana. Y he constatado que el mundo no empezó a ayudar ampliamente a Ucrania cuando los rusos comenzaron a matar y violar a civiles en Bucha, sino cuando se publicaron informaciones periodísticas sobre estos crímenes en diferentes idiomas.

Esta no es la guerra entre dos Estados, Rusia y Ucrania. Esta es la guerra entre dos sistemas: el autoritarismo y la democracia. Rusia está intentando convencer al mundo entero de que la democracia y los derechos humanos son valores falsos. Porque durante la guerra no pueden proteger a nadie. Rusia afirma que la verdad no existe y que solo existen narrativas estratégicas artificiales promovidas por las partes en conflicto.

Estoy aquí solo para decir: muchas gracias, periodistas. Porque no encuentro las palabras adecuadas para explicar la importancia del trabajo que tan honradamente hacen ustedes. En Ucrania, en Irán, en Bélgica, en Palestina, en Sudán, en Kenia.

Estoy aquí para decir que, a pesar de todo, este es un relato que confirma la vida, porque estos son tiempos dramáticos que infunden esperanza. Cuando se niega la libertad, esta empieza a rebrotar con mayor fuerza. Incluso cuando no se puede confiar en la ley y cuando la paz y la seguridad internacionales no sirven para nada, siempre se puede confiar en las personas. Personas que mantienen los valores de la libertad de expresión y que hacen honradamente su trabajo.

Las personas estamos acostumbradas a pensar a través de las lentes de los estados y las organizaciones internacionales cuando son las personas normales y corrientes las que tienen una influencia mucho mayor que la que ellas mismas pueden llegar a imaginarse. Gracias a esas personas tenemos una oportunidad. Sí, el futuro es incierto y no está garantizado. Sin embargo, es un gran privilegio tener la oportunidad de luchar por el futuro que deseas para ti y tus propios hijos.

Este texto es la transcripción del discurso que pronunció Oleksandra Matviichuk en la ceremonia de entrega de Premios de Reporteros Sin Fronteras a la libertad de prensa 2023, celebrada en Bruselas el 28 de noviembre de 2023.

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