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4.048.493 personas: es la cifra de los parados registrados en España a comienzos del mes. El diario El Mundo publicó un reportaje sobre su vida diaria. Teresa Barbero, operadora telefónica, quiere emigrar a Suiza o a Alemania. "No trabajo desde hace 18 meses y mi pareja tampoco. Tenemos que pagar un crédito muy alto. Es duro. Y llevamos un modo de vida más que modesto", confiesa esta madrileña de 32 años.
La situación es similar en otros países de Europa occidental especialmente afectados por la crisis, como Grecia, Portugal o Reino Unido. Por desgracia, las soluciones aplicadas por los gobiernos para sanar las economías también son sistemáticamente similares. Más intervención estatal en la economía, impuestos más elevados y mantras repetidos sobre los "auténticos" culpables de la crisis, es decir, los banqueros codiciosos y los especuladores. Y sobre todo, cuidado con los que osen con alzarse contra los privilegios de este u otro grupo social, pues éstos irán directos a una mini guerra civil con huelgas, lluvias de piedras y cañones de agua.
El Viejo Continente se encuentra en un callejón sin salida. Desde hace años, los políticos europeos ganan elecciones gracias a promesas de empleo y de salarios decentes, de viviendas accesibles, de largas vacaciones y de una vida feliz y sin riesgos. En una de sus primeras declaraciones públicas, el presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy declaró que la Unión debía garantizar el mantenimiento del modo de vida europeo, como si no supiera que en realidad constituye para Europa el camino más corto hacia la catástrofe económica.
El modo de vida europeo también es sinónimo de retención de la mitad de los ingresos de los contribuyentes, 35 horas semanales de trabajo o una deuda pública superior al PIB. El modo de vida europeo es a menudo un himno a la pereza y el desprecio del capitalismo. También es la convicción ampliamente extendida de que el Estado siempre estará ahí para rescatarnos en los momentos difíciles. ¿Así es como Europa quiere rivalizar con China? No me hagan reír...
