El presidente de la República búlgara, el conservador Rosen Plevneliev, ha vetado la revisión del presupuesto de 2013, argumentando principalmente una falta de transparencia referente a los gastos complementarios, señala Pressa.
Adoptada el 25 de julio por el Gobierno en funciones y apoyada por los socialistas, la revisión prevé principalmente un aumento del déficit, que deberá pasar del 1,4% del PIB al 2%, y que será financiado por la emisión de deuda externa.
El veto presidencial es “un acto sin precedentes”, señala el diario, que relata la cólera de las organizaciones patronales y del primer ministro Plamen Orecharski.
Los parlamentarios, que están de vacaciones, deberán votar el 30 de agosto sobre la revisión. La mayoría absoluta es necesaria con el fin de esquivar el veto presidencial; los nacionalistas, los socialistas y el Partido Étnico Turco deberán votar contra la oposición, señala el periódico búlgaro.
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