¿Es Tharman Shanmugaratnam el hombre elegido? En una reunión en Washington con el ex director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, 16 de abril de 2011.

¿Quién dijo que Europa debe dirigir el FMI?

Tras la catastrófica caída en desgracia de Dominique Strauss-Kahn, el Fondo Monetario Internacional busca un nuevo director. ¿Estaría un europeo realmente a la altura de los retos del trabajo para resolver los persistentes problemas de la eurozona?

Publicado en 20 mayo 2011 a las 15:22
¿Es Tharman Shanmugaratnam el hombre elegido? En una reunión en Washington con el ex director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, 16 de abril de 2011.

El FMI solía ser una organización con la que las economías prósperas de Occidente rescataban a las economías en dificultades del mundo emergente. Y ahora, su posición es precisamente la contraria.

Excepto Alemania y, quizás, Japón, ahora es Occidente el que está prácticamente en bancarrota. Y son ahora las economías en crecimiento de Asia y Latinoamérica las que están financiando a Occidente. Incluso Estados Unidos, que aún lleva la batuta en muchos ámbitos del FMI, en realidad está financiado por China. Y aún así, China posee menos votos en el FMI que Reino Unido.

Por ello se plantea un argumento de equidad para que el puesto superior del FMI, que ha dejado vacante a toda prisa Dominique Strauss-Kahn, lo ocupe una persona no occidental. Pero también existe un motivo práctico: sin duda tendría más posibilidades de dar ese consejo poco sentimental e inquebrantable sobre el procedimiento que deberían seguir esas economías con problemas de la eurozona, un consejo que siempre se ha descartado y que es simple y llanamente que salgan de la eurozona.

Un director dispuesto a ir a la raíz de los problemas de Europa

Me resulta difícil imaginar a Christine Lagarde diciendo a Grecia, por ejemplo: "Miren, no necesitan otro rescate ni importa si pagan o no su deuda; lo mejor para ustedes a largo plazo es una retirada en orden de la moneda única".Por admirable que sea la ministra francesa de Finanzas, en mi opinión se encuentra, al igual que el resto de candidatos europeos, demasiado inmersa en el sistema de la Unión Europea y en la élite francesa como para poder abandonar el euro como un artículo de fe.

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Para una persona imparcial y lúcida procedente de, por ejemplo, Singapur, la decisión de recomendar a Grecia que salga del euro sería un asunto mucho menos traumático.Y aunque no fuera así, sin duda nos vendría mejor una persona que no fuera compinche de "Sarko"[Nicolas Sarkozy], una imagen que nunca podríamos quitarnos de la cabeza. Por lo tanto, si bien es cierto que Lagarde conoce todos los tejemanejes de la eurozona, también podría pasar por alto sus defectos.La influencia política, algo que sin duda posee, sólo resulta útil si se ejerce en la dirección correcta.

Además, la influencia del FMI es más financiera que política y sus métodos tan intelectuales como diplomáticos. Debe disponer por lo tanto de un director dispuesto a ir a la raíz de los problemas de Europa, no sólo a conceder un rescate tras otro. Y sin duda la causa fundamental de las sucesivas crisis de la deuda soberana en la mayoría de países de la eurozona es la competencia, o la falta de la misma, así como su incapacidad de recobrarla en el sistema actual.

El régimen del tipo de interés de "talla única" ha fracasado

El régimen del tipo de interés de "talla única" ha fracasado. Ahora mismo, el Banco Central Europeo está planificando subidas de los tipos por miedo a la inflación. Es posible que puedan soportarlo en Alemania, pero empujarán más hacia el abismo al arruinado mercado inmobiliario y a los bancos en quiebra de España, con lo que se desencadenará otra crisis.

Una economía en apuros necesita la opción de devaluar su propia moneda (como ha hecho Reino Unido) para que las exportaciones prosigan y se pueda volver a la normalidad.Quizás dentro de unos años surja un político de Portugal, Irlanda o Grecia, puede que un agitador y nacionalista, y haga un llamamiento para acabar con la miseria, con la interminable "austeridad", con el estancamiento y la emigración y para que el país salga del euro.

El próximo director del FMI debería adelantarse a esa situación. Lagarde, por mucho estatus que posea de "estrella del rock financiero", no es la mujer para ocupar este puesto. No sé pronunciar su nombre, pero apostaría por Tharman Shanmugaratnam (el singapurense antes mencionado).

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