El peligro para la moneda única europea parece haber pasado, anuncia el semanario en portada,pero la crisis de la eurozona está lejos de haber terminado. El área está en recesión e Italia tiene que afrontar los problemas estructurales más serios de la misma. Si la tercera economía de la eurozona, que cuenta con la mayor deuda pública, no puede arrancar el crecimiento y generar empleo, los italianos finalmente perderán la esperanza o sus vecinos del norte perderán la paciencia.
En ambos casos, la eurozona se vendría abajo. Con las elecciones de la semana que viene a la vuelta de la esquina, los italianos deben elegir entre el bueno (Mario Monti), el malo Silvio Berlusconi y el ampliamente considerado como aceptable (Pier Luigi Bersani). En cualquiera de estos casos, la decisión italiana afectará a otros países.