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"Ryanair desafía a la Justicia al cerrar sus líneas en Francia", titula Les Echos. La compañía aérea irlandesa low cost, investigada a finales de septiembre por trabajo encubierto, ha anunciado el cierre de su única base en Francia, en Marsella en enero de 2011. El contencioso con la justicia obdedece a la interpretación que se hace de un decreto "publicado en Francia al día siguiente de que Ryanair se instalase en Marsella, que considera a los trabajadores móviles de la compañía como trabajadores franceses, que por lo tanto deben de pagar sus impuestos y sus cotizaciones sociales en Francia. Esta interpretación se opone a la directiva europea que estipula que estos mismos trabajadores están obligados a pagar estos gastos en el país en el cual están empleados", explica el periódico. Al cerrar sus 13 líneas internas francesas, de las 23 que vuelan desde Marsella, Ryanair perderá 1 millón de pasajeros en 2011. Sin embargo, la compañía mantendrá sus vuelos hacia el extranjero.
