¿Qué va a aportar realmente la entrada en la UE al ciudadano de a pie? Nadie lo sabe realmente. Y aunque estamos a tan sólo unos días de la adhesión, nadie tiene claro qué va a cambiar, qué consecuencias tendrá esta adhesión en el día a día, en los sueldos, en los precios, en la búsqueda de empleo, en los viajes.
Si tenemos en cuenta la experiencia de otros países, podemos decir que cada uno ha vivido una historia distinta, por lo que únicamente podemos hacer conjeturas de lo que aportará Europa a los ciudadanos croatas. No será ni todo negro, ni todo blanco. Pero lo que está claro es que no será fácil.
Y aunque los dirigentes prometan que el dinero correrá a raudales a partir del 1 de julio, hemos preguntado a los habitantes de Rijeka para saber qué piensan de la adhesión de Croacia a la UE y cómo creen que va a influir en sus vidas.
Lloriquear no servirá de nada
En opinión de Zdravko Ciro Kovacic, jubilado y leyenda del waterpolo croata, "los dos primeros años serán peores que ahora. Pero la adhesión era inevitable; sería absurdo que un pequeño país como Croacia no fuera miembro de la UE. Dicho de otro modo, la tarea que nos espera será ardua; estamos lejos del modelo de ciudadano europeo, sobre todo en lo que respecta al trabajo”, afirma. “Por lo tanto, los croatas tendrán que adaptarse a los hábitos del mercado europeo, que se hunde bajo la presión de un desempleo récord, sobre todo entre los jóvenes”.
Lloriquear no nos servirá de nada. Es lo que comenta la vendedora Mirjana Safar: “Personalmente, espero que todo vaya mejor. Soy de carácter optimista y por ello espero este cambio con optimismo. Espero que sea más fácil para los jóvenes, que tengan más posibilidades para estudiar, trabajar, etc. Y por supuesto, será más fácil traspasar las fronteras: ya no habrá aduanas para desplazarse a Trieste. En lo relativo a los productos regionales, observo que la gente tiene miedo de no poderlos seguir vendiendo, pero creo que no tenemos por qué preocuparnos. Los demás países siguen vendiendo sus quesos y su nata”.
En cambio, Hasna Jukic, que tiene una tienda en la plaza principal de Rijeka, espera con cautela esta adhesión. En su opinión, ya se nota la subida de precios incluso antes de Croacia entre en la UE: “Sinceramente, creo que será peor. Los que dicen lo contrario nos cuentan historias para niños. En casa tengo dos estudiantes que pronto acabarán la universidad y tendrán que buscar un trabajo. Tengo miedo de que no haya. Hoy es muy difícil encontrar un empleo", afirma. Y habla sobre la desaparición de las fronteras con un ejemplo concreto: “si tuviera dinero, ya estaría yendo de compras a Trieste. Pero como nunca hay dinero, me da igual”.
Como "si llegara un tsunami"
Por su parte, los profesionales del turismo, esperan que la desaparición de las fronteras y el simple hecho de que Croacia sea miembro de la UE atraigan a más turistas. Es lo que nos confirma Nenad Kukurin, restaurador y hotelero: “Por lo pronto, ya no habrá fronteras y en segundo lugar, será más fácil adquirir productos que hasta ahora no encontrábamos en nuestro mercado. Por lo tanto, es un cambio positivo para la hostelería. De igual modo, los precios de ciertos productos bajarán, el del champán, por ejemplo, o el de los vinos, el parmesano, el aceite de oliva, es decir, todos esos productos que tanto utilizamos en nuestro sector. Por lo demás, no soy muy optimista, pero en lo relativo a mi trabajo, la entrada en la UE es algo positivo”.
En lo que respecta a su sector, la pesca, Ante Bocina también ve la adhesión a la Unión Europea como un cambio positivo: “En mi opinión, la situación mejorará para los que trabajan. En cambio, el resto debería desconfiar. Por tanto, los que tienen un trabajo no tienen por qué temer nada, porque la competencia siempre es bienvenida”. Cree que la apertura de las fronteras equivaldrá a un comercio más abierto para los pescadores, que podrán vender su pescado con más facilidad, en Italia, por ejemplo.
Los pequeños artesanos se muestran bastante escépticos. Según Dince Jovanovski, zapatero, se nota un pánico evidente. Todo el mundo tiene miedo y nadie espera nada positivo. “La adhesión de la UE es como si llegara un tsunami. Por desgracia, nadie espera nada positivo, todo el mundo tiene miedo, el poder adquisitivo ha descendido de forma dramática y no vemos que Europa nos pueda aportar nada bueno. Personalmente, no espero nada positivo. La Unión Europea tiene más que ganar que nosotros. Desde hace tiempo nos consideran mano de obra barata; Europa no nos acoge para mejorar nuestro nivel de vida, sino más bien para hacer de nosotros una China europea. Una pequeña China donde lo único que haremos será trabajar. En cualquier caso, encontrar un trabajo de prácticas y un sueldo ya es pedir demasiado”.
Parece que las opiniones se encuentran bastante divididas. ¿Quién tiene razón, quién se equivoca? Lo sabremos muy pronto.
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