Eslovaquia está en estado de choque, tras la elección de Marian Kotleba, lídera del Partido del Pueblo Nuestra Eslovaquia (LSNS, extrema derecha) y exlíder del movimiento neofascista Slovenska Pospolitost (Comunidad Eslovaca), actualmente prohibido, como gobernador de la región de Banska Bystrica (centro), en la segunda vuelta de las elecciones regionales, el 23 de noviembre, con el 55,5% de los votos.
Kotleba debe su notoriedad a sus uniformes nazis y a sus declaraciones racistas, que le han valido varias acciones legales. En su campaña electoral, prometió a los electores “poner fin al tratamiento preferente e injusto de los parásitos, y no únicamente de los gitanos”.
Para SME, la elección de Kotleba es el resultado de
una mezcla de odio, impotencia e indignación contra la élite.