“Bárta está acabado, pero el sistema [de corrupción] continúa”, titulaHospodářskéNoviny, después de que un tribunal de Praga declarase culpable del cargo de corrupción a Vít Bárta, exministro de Transportes y también fundador y líder de hecho del partido Asuntos Públicos (VV). El 13 de abril Bárta fue sentenciado a 18 meses de suspensión por haber sobornado a miembros del partido para garantizar su lealtad. El otro acusado en el caso, el exvicepresidente VV Jaroslav Škárka fue condenado a tres años de prisión.
Desde las elecciones de mayo de 2010, en las que VV obtuvo más del 10% de los votos, el partido de Bárta se convirtió en un “símbolo de la decadencia” en la política checa, señala el diario económico de Praga. Sin embargo, “Vít Bárta y su grupo político no son el origen de todo lo malo de la política checa, sino el resultado del sistema cuyos cimientos se sacudieron el viernes, pero cuya base sigue siendo sólida”. El partido VV es “uno de los ejemplos más raros del panorama político local” y “sus métodos tragicómicos y a veces muy peligrosos destacan por su franqueza de aficionado”.
Hospodářské Noviny explica que la corrupción que otros políticos checos llevan a cabo es mucho más sofisticada y creativa, y por eso es menos susceptible de acabar siendo objeto de una acción judicial. “Si estuviesen ante un tribunal, todo el sistema político se colapsaría”, añade el diario, indicando en todo caso que el juicio de Bárta representa un gran paso para la joven democracia del país.