"Las perspectivas de futuro en el Mediterráneo son decididamente muy sombrías",señala La Vanguardia, citando las conclusiones de un informe de la Comisión Europea elaborado por el Instituto de Estudios del Mediterráneo (IEMed), sito en Barcelona. Dos años después de la creación de la Unión por el Mediterráneo, los obstáculos siguen siendo numerosos para esta organización que agrupa a 43 estados de la UE y de la cuenca del Mediterráneo, y cuya sede se encuentra igualmente en la ciudad condal.
"Casi todo por hacer", comenta el diario, pasando lista a los problemas pendientes: el conflicto árabo-israelí, la penuria de agua o los desequilibrios demográficos entre las dos orillas. Y, como "efecto dominó de esta lógica", el informe de IEMed avisa de "uun aumento de los enfrentamientos por motivos étnicos y religiosos en los principales países de la Unión Europea".
El director del instituto, Senén Florensa, y los 300 expertos que han participado en el informe, subrayan que "los estados árabes no han hecho nada" para desarrollar su integración regional y que "no hay ningún país árabe, ninguno en la orilla sur del Mediterráneo, con la excepción de Israel, que sea una democracia estable o que aspire a serlo a corto plazo". Las soluciones: luchar por la promoción de la democracia y el pluralismo, el acceso al agua y a la educación y la resolución de los conflictos. Pero "no está claro, sin embargo, que los socios de la UpM tengan la voluntad política y los recursos para hacerlo", concluye La Vanguardia.