La campaña de vacunación contra la COVID-19 ha sufrido un brusco retraso esta semana en Europa, debido a los efectos secundarios que la vacuna de AstraZeneca tuvo en varios individuos. Sin embargo, hasta el momento no hay ninguna relación de causa y efecto que haya podido ser establecido y, según la OMS y la Agencia Europea de Medicamentos, los beneficios son mayores que el riesgo de los efectos secundarios.
Sin embargo, ante la presión de la opinión pública y de la prensa, así como para tomar cierta precaución, varios países han decidido suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca, lo que podría suponer un aumento de los contagios y un retraso para la reactivación económica.