El 7 de mayo se constituyó una nueva mayoría en el Parlamento rumano para investir al Gobierno del nuevo primer ministro, Victor Ponta. El líder del Partido Socialdemócrata (PSD) sucede a Mihai Razvan Ungureanu (centro derecha), sometido el 27 de abril a una moción de censura que le expulsa del poder tras solamente tres meses en el cargo. Victor Ponta, un jurista de 39 años, dispone de un mandato de únicamente 6 meses, hasta las elecciones legislativas previstas para noviembre.
Esta transición del Gobierno Ungureanu al de Ponta “es una novedad en nuestra vida política: un cambio de poder durante un ciclo electoral”, destaca Adevărul. Cuatro meses después del inicio de las manifestaciones contra la austeridad, el programa de Ponta incluye medidas que tienen “un potencial populista”, considera el diario, como un aumento del salario de los funcionarios o de las pensiones. Pero su misión sigue siendo
la misma que la del Gobierno Ungureanu, es decir, gestionar los problemas corrientes y organizar las elecciones, y, por supuesto, aumentar el tirón electoral de los partidos que le otorgaron el poder.