Ucrania va a tener que seguir esperando antes de ser invitada oficialmente a unirse a la OTAN, mientras que las últimas trabas al ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica (el veto de Turquía) se han eliminado a cambio de que Estocolmo apoye la vuelta a las negociaciones de adhesión de Ankara a la Unión Europea.
En la cumbre de la OTAN celebrada en Vilna el 11 y 12 de julio, los temores de Estados Unidos y Alemania relativos a las posibles consecuencias sobre la duración y extensión de la guerra en Ucrania suscitaron el entusiasmo de los países de Europa central y oriental y de Francia en cuanto a la adhesión de Kiev a la Alianza. La delegación ucraniana, encabezada por Volodímir Zelenski, se mostró decepcionada, si bien los aliados hablaron extensamente sobre las garantías de ayuda militar para Ucrania.