Hoy, a las 4 de la tarde del 10 de noviembre de 2018, 100 años después del fin de la Primera Guerra Mundial, que destruyó la civilización europea durante décadas, no sólo nos encontramos conmemorando la historia, sino que ¡tomamos el futuro en nuestras manos!
Es tiempo de hacer realidad la promesa inherente a Europa y recordar las ideas fundacionales detrás del proyecto de integración europea.
Declaramos a todas las personas actualmente presentes en Europa ciudadanos y ciudadanas de la República Europea. Reconocemos y aceptamos nuestra responsabilidad por el patrimonio común de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y nos comprometemos a hacerlo real.
Reconocemos además que la riqueza de Europa se erige sobre la explotación de otros continentes y la supresión de otras culturas durante siglos. Por esa razón estamos dispuestos a compartir nuestro territorio con aquellos y aquellas a quienes hemos expulsado del suyo. Cualquiera que lo desee puede ser europeo o europea. La República Europea es el primer paso en dirección a una democracia global.
La Europa de los Estados-Nación ha fallado.
La visión de la integración europea ha sido traicionada.
Sin estructura política común, el mercado único y el euro se convirtieron en presa fácil de una agenda neoliberal que va en contra del objetivo de la justicia social.
Es hora de reconquistar el poder de las instituciones europeas para integrar el mercado común y la moneda común dentro de una democracia europea común.
Porque Europa significa unificar personas, no integrar Estados.
Reemplazamos por ello la soberanía de los Estados por la soberanía de los ciudadanos y las ciudadanas. Fundamos la República Europea bajo el principio de la igualdad política universal, independientemente de nacionalidad y origen social o étnico. Los elementos constitutivos de la República Europea son las ciudades y regiones europeas. Ha llegado el momento de que la diversidad cultural europea se exprese dentro de un marco de unidad política.
El Consejo Europeo queda clausurado.
El Parlamento Europeo ahora tiene el poder para legislar.
Designará un gobierno comprometido con el bienestar común de todos y todas las ciudadanas europeas.
¡Viva la República Europea!
Desde teatros, balcones y espacios públicos de toda Europa, artistas y ciudadanos proclamarán una República Europea, debatirán y allanarán el camino para la reivindicación emancipatoria de la igualdad de los ciudadanos más allá del Estado-nación. El European Balcony Project fue iniciado por el European Democracy Lab y realizado con el apoyo de numerosos ciudadanos de toda Europa.