A mediados de junio se supo que en 2008, Nokia-Siemens vendió a Irán la tecnología necesaria para analizar y censurar la información en Internet. Ahora se sabe que la filial del gigante germano-finlandés juzgó inútil pedir una autorización de exportación al gobierno alemán. "No hay negocio con los mulahs", titula Tageszeitung, que informa de que un grupo de políticos de diversas tendencias reclama medidas. "A Alemania no le interesa apoyar una dictadura en Irán", opina un diputado de la CDU, el partido de la canciller Merkel. Legislar en este ámbito parece de todas formas poco probable, pues las entregas de Siemens fueron realizadas un una región jurídica poco definida. De momento, Siemens ha sido presionada para dotarse de criterios morales en sus exportaciones, incluso aunque "no se pueda pedir eso a ninguna empresa", reconoce una diputada socialdemócrata.
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Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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