Tras 19 horas de debate casi ininterrumpido, el Parlamento esloveno adoptó por 50 votos contra 31 los presupuestos para 2014 y 2015, en los que la primera ministra Alenka Bratusek había comprometido la confianza del Gobierno.
El presupuesto para “los dos próximos años apuesta por la consolidación” de las cuentas públicas, escribe Delo, y prevé “un déficit publico de 1.500 millones de euros, o el 2,9% del PIB, para 2014. Una cifra que debería bajar hasta el 2,5% en 2015”.
Durante la misma sesión, indica el diario, el Parlamento adoptó una ley sobre imposición inmobiliaria, que entrará en vigor en enero de 2014 y supondrá 400 millones de euros para el Estado y las municipalidades.
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