Los países de la UE no esperaron la reciente promesa de los ministros de Inmigración europeos para proceder en el asunto del asilo y la inmigración como mejor les pareciese. La última “innovación” – abordada durante la reunión de ministros – es un proyecto de ley británico que (entre otras cosas) permitiría al gobierno prohibir de facto que las personas migrantes que lleguen a través de la Mancha puedan solicitar asilo cuando ya estén en el territorio. Londres mismo admite que esta legislación “desafía los límites del derecho internacional”. La Agencia de la ONU para los Refugiados afirmó desde ahora que, si se aprobase, el proyecto de ley no se conformaría con “desafiar los límites” sino que los sobrepasaría abiertamente, sobre todo en lo que concierne ala Convención de 1951 sobre el estatuto de los refugiados.
Si bien el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) no garantiza como tal el derecho de asilo, podría constituir una piedra en el zapato para el Reino Unido si este último decidiese seguir adelante con su plan. Pero da igual, expresó en febrero el primer ministro Rishi Sunak. ¿Por qué no simplemente renunciar al convenio?
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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