La COP28 en Dubái y la alegoría de la caverna de Platón

Desde Dubái donde ha estado siguiendo la COP28, nuestra corresponsal Emanuela Barbiroglio nos ofrece su selección de artículos sobre la que podría haber sido la conferencia climática más controvertida. ¿Las razones? Su ubicación, los organizadores y la influencia de la industria de combustibles fósiles en sus actos.

Publicado en 14 diciembre 2023 a las 09:32

En el momento de escribir este episodio tenía, al igual que otras 100.445 personas, una cita importante: la conferencia de las partes sobre cambio climático de la ONU, la COP28. Acabamos de volver de Dubái, Emiratos Árabes Unidos, donde las negociaciones han dado fruto a un resultado histórico y, contra todo pronóstico, se ha hecho referencia a los combustibles fósiles en el acuerdo final como los responsables del calentamiento climático.

El texto, conocido como el consenso de los EAU, no es perfecto. Los observadores han notado que el lenguaje adoptado contiene demasiadas lagunas legales y no ha sido lo suficientemente contundente, especialmente teniendo en cuenta las diferencias entre los países desarrollados y en vías de desarrollo. El año que viene saldrá a la luz una “Hoja de Ruta para la Misión 1,5 °C”, para fortalecer la cooperación internacional antes de la COP30 en Brasil.

Desde que se anunció, la ubicación de esta COP en uno de los mayores países productores de petróleo se ha considerado un mal augurio, o como mínimo, una paradoja. En este artículo de Orient XXI, unos críticos cuestionan si el modelo de crecimiento, dependiente del carbono y el gigantismo, es anacrónico. El texto propone explorar alternativas que se centren en la igualdad, la sobriedad, el conocimiento tradicional y en nuevos modelos de desarrollo. 

Al mismo tiempo, también añadió una razón más para arrojar luz sobre el proceso. A esto se ha dedicado The Guardian con dos artículos revolucionarios de Damian Carrington.

El primero reveló que Arabia Saudí estaba planeando una iniciativa de inversión global para aumentar la demanda de su petróleo y gas en países en vías de desarrollo. La iniciativa, aparentemente presentada para mejorar el acceso a la energía en países más pobres, se centraba en proyectos que supondrían aumentar el consumo de combustibles fósiles, y que podrían acabar obstaculizando los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.

El segundo, junto con el Centre for Climate Reporting, expuso al presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, por rechazar una retirada progresiva de los combustibles fósiles para limitar el calentamiento global a 1,5 °C en comparación con los niveles preindustriales. En unas declaraciones en un evento en línea, Al Jaber afirmó que la propuesta "no tiene nada de científica" y dijo que llevaría al mundo "de nuevo a las cavernas". Me gusta pensar en sus declaraciones como una versión distorsionada del mito de Platón sobre el bien y su engaño.

Varios científicos respondieron rápidamente con esta carta, escrita en nombre del propio sistema climático, mientras que Angelo Romano repasa todas las razones por las que negar el cambio climático significa mentir, para Valigia Blu.

Sin embargo, lo que sí es una amenaza para la vida en este planeta es lo que ha estado haciendo TotalEnergies. Greenpeace explica cómo, a pesar de los compromisos climáticos, la empresa expandió activamente los combustibles fósiles, con más del 99  % de su producción energética en 2022 todavía dependiente del petróleo y gas.

El gigante francés del combustible fósil estuvo bien acompañado en Dubái: según Le Monde, que cita a Kick Big Polluters Out, una coalición de 450 ONG medioambientales, "casi 2500 combustibles fósiles han obtenido una acreditación para la COP28". No es de extrañar que Alternatives Economiques hable de "una COP bajo la influencia de las petrolíferas".

Otro ejemplo es la presión que están ejerciendo las influyentes empresas alimentarias y agrícolas, descubrió DeSmog. Responsables de algo más de un tercio de las emisiones globales, estas empresas intentaron influenciar los debates mediante diversas técnicas, desde patrocinar pabellones hasta promover soluciones no demostradas, obstaculizando así la acción reglamentaria, escriben Rachel Sherrington, Clare Carlile y Hazel Healy.

Por ejemplo, JBS, la mayor empresa cárnica del mundo, estuvo presente en la cumbre junto con la plataforma Global Dairy Platfrom y el instituto North American Meat Institute. Unos documentos de la alianza Global Meat Alliance, financiados por la industria, señalaban la importancia de fomentar las "evidencias científicas" para apoyar el consumo de carne. La industria ha intentado contrarrestar una "narrativa anticarne" en la COP28.

Katie Marie Davies, para Kiev Independent, descubrió un aumento significativo de los gastos militares en los presupuestos de Rusia para 2024. Los fondos para reconstruir las regiones ucranianas anexionadas se centran en la industria minera. Al designar a estos territorios como "repúblicas autónomas", Moscú pretende explotar los abundantes recursos minerales de Ucrania, que incluyen carbón, hierro, manganeso, titanio, grafito y uranio.

emannuela barbiroglio at Dubai COP28
Emanuela Barbiroglio (vestido rojo), intentando conseguir una cita esencial en la COP28.

Annika Joeres, Katarina Huth, y Elena Kolb escribieron para Correctiv sobre la supuesta influencia que la empresa minera Leag estaría ejerciendo en el suministro de agua, que pone en peligro el agua potable de Berlín. Leag es la mayor consumidora de agua en Brandemburgo, y supuestamente está extrayendo agua subterránea y potable sin trabas. Las autoridades, incluyendo la Oficina Estatal para la Minería, Geología y Materias Primas de Brandemburgo, afirman que no tienen la capacidad para comprobar concienzudamente los modelos de Leag. Las prácticas de la empresa, que incluyen acuerdos de confidencialidad con las ciudades, plantean problemas relacionados con el medioambiente y con el abastecimiento de agua.

Cuando asistes a una COP, o presencias las charlas desde el extranjero, parece que la acción climática está siendo asediada. Ante un asedio hay que responder con resistencia.

Para One World, Merel Remkes describió a Joyeeta Gupta, defensora de la justicia climática y profesora de Medioambiente y Desarrollo del Sur Global en la Universidad de Ámsterdam. Grupta, que fue galardonada con el premio Spinoza, planea crear un laboratorio de justicia multidisciplinar para recoger datos empíricos de la acción global. No tiene miedo de apuntar alto en su lucha por la justicia: "Debería existir un ministerio para el Futuro".

Unas horas después del comienzo de la COP28 ocurrió algo extraordinariamente histórico, y nos maravilló e hizo recelar a partes iguales. Los delegados adoptaron un nuevo fondo de pérdidas y daños climáticos, una acción que supuso que varios gobiernos anunciasen inmediatamente su contribución. En este artículo de preguntas y respuestas, Clean Energy Wire (CLEW) explica los pormenores de una promesa hecha hace casi 15 años para movilizar 100 000 millones de dólares en financiación climática. Se trata tan solo de una parte del todo lo que la financiación climática necesitaba, pero "tiene un valor totémico como un pilar de confianza entre los países desarrollados y en vías de desarrollo", afirma CLEW.

En la primera semana de la COP, también se llegó a otro importante compromiso: los líderes de 120 países han prometido triplicar la capacidad de energía renovable hasta al menos 11 000 GW a nivel mundial, y se han adherido al Compromiso Global por las Energías Renovables y la Eficiencia Energética. La declaración también contiene un compromiso para duplicar la tasa media anual mundial de mejoras en eficiencia energética a más del 4 % para 2030. Parece ser que el desarrollo de renovables será la nueva carrera espacial.

Por otro lado, "y sea cual sea el resultado de la COP28", Maxime Combes opina en Mediapart que "esta COP ha sacado a relucir uno de los puntos ciegos en las negociaciones sobre el calentamiento global en los últimos treinta años: la necesidad urgente de desvincularnos de los combustibles fósiles si queremos tener una oportunidad de permanecer entre 1.5 °C o 2 °C de calentamiento global". El economista de clima e inversión francés apunta al hecho de que los combustibles fósiles no se mencionaron en el acuerdo de París de 2015, debido a "los lobbies, al rechazo, a la inercia y a la neutralidad en las negociaciones." Esto último implica que "reducir la producción de combustibles fósiles legalmente no forma parte del mandato de las negociaciones sobre el cambio climático". Combes concluye que, "sea cual sea el resultado de la COP28, dejar de usar combustibles fósiles ya no es una idea descabellada, sino una condición sine qua non para alcanzar la 'neutralidad en carbono' para 2050. Así que necesitamos encontrar urgentemente la manera de llegar ahí".

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