El 22 de diciembre, el presidente serbio Boris Tadic solicita oficialmente en Estocolmo la candidatura de su país a la Unión Europea. Una etapa interpretada como un reconocimiento a los progresos logrados desde la caída del régimen de Milosevic en 2000. "Estocolmo se felicita por la candidatura" de Belgrado,titula Politika, citando a Krister Bringeus, embajador sueco en Serbia, cuyo país preside actualmente la UE. El diario subraya que la adhesión de Serbia está ligada a la puesta en marcha de reformas en el campo de la justicia, la lucha contra la corrupción y la cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia.
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