Las elecciones legislativas anticipadas de Eslovaquia tuvieron lugar el 30 de septiembre. Con un 22,94 % de los votos (y 42 de los 150 escaños del Consejo Nacional), el partido SMER-SD (atrapalotodo, populista) del antiguo primer ministro Robert Fico salió vencedor. Si bien la victoria todavía no está escrita en piedra para los populistas — que aún deben formar una coalición para gobernar — la noticia causó gran revuelo, ya que el SMER-SD ha hecho declaraciones consideradas como euroescépticas, rusófilas y críticas del apoyo militar brindado a Ucrania.
No obstante, los ucranianos no son los únicos que deben preocuparse. En varias ocasiones, el SMER y su dirigente también se han distinguido por defender posturas islamófobas, anti-LGBT+ y misóginas. De hecho, este partido “socialdemócrata” se había aliado al Partido Nacional Eslovaco (SNS, extrema derecha) en 2006, en una coalición que lo excluyó de las filas socialistas europeas.