Tras las crisis en el Mediterráneo y Natalie Nougayrède en The Guardian. El éxito del Partido Conservador en las elecciones generales del Reino Unido, la semana pasada, plantea serios interrogantes sobre la Unión Europea.
El primer ministro británico, David Cameron, recién reelegido con una escasa mayoría, es en gran parte responsable de que el Reino Unido puede permanecer unido y en la UE, argumenta Nougayrède. Cameron ha prometido una renegociación del estatus del país en la UE, pero corre el riesgo de decepcionar a los euroescépticos en la carrera hacia un referéndum en dicho ámbito:
Nadie - en Berlín, París o en cualquier otro lugar - quiere embarcarse en un doloroso proceso de cambio de los tratados de la UE. Esto se ve, con razón, como un juego de alto riesgo para toda la construcción europea.
El éxito electoral de Cameron es prueba de que ha capeado el temporal de la crisis económica mejor que los demás líderes europeos. Se une ahora a Angela Merkel como uno más de "un puñado de supervivientes políticos" en la UE, una posición que le debería proporcionar un considerable capital político. A pesar de ello, Cameron ha consentido a las demandas populistas para frenar la libre circulación de las personas, "uno de los pilares de la UE", lo que daña su credibilidad en la escena europea.
Los responsables políticos europeos no están seguros de las consecuencias de dicha actitud. No está claro cómo el UKIP, un partido rabiosamente euroescéptico, influirá en la postura de Cameron. Y los euroescépticos dentro de su propio partido constituyen un número igualmente desconocido. Y lo que supone una presión aún mayor,
Los aliados [del Reino Unido] están desconcertados en cuanto a cómo el país podrá volver a descubrir las ventajas de ser parte de una empresa más grande europea, y reclamar un papel para sí dentro de ese club.
Nougayrède avisa contra la actitud entusiasta hacia la Unión Europea a menudo mostrada durante la campaña electoral, porque "hay mucho en juego y mucho que perder" si Gran Bretaña optara por abandonar la Unión. Existe el riesgo muy real de una secesión de Escocia. Y una UE sin el Reino Unido perdería un socio económico y político clave:
Si Europa pierde a Gran Bretaña, corre el riesgo de la autodestrucción. Y si Gran Bretaña se retira de la UE, tendrá que navegar en aguas desconocidas, y hacer frente al riesgo de convertirse en un jugador pequeño, insignificante en un mundo globalizado.
La clase política de Gran Bretaña, y Cameron, en particular, deben asegurarse de que el debate interno en torno a la UE tiene lugar de manera constructiva e informada sin el alarmismo y patrioterismo que ha llegado a dominar la política británica. Lo que hay en juego, concluye Nougayrède, es mucho.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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