Cameron y Merkel, una pareja en pleno cortejo

Tal y como demuestra la reciente visita familiar del primer ministro británico a la canciller alemana, un creciente número de alemanes apoya su duro concepto sobre la UE. La canciller, que se enfrenta a las elecciones alemanas en septiembre, parece estar tentada a alinearse con las ideas del mercado abierto de Gran Bretaña y no con las proteccionistas de Francia.

Publicado en 15 abril 2013 a las 15:12

Angela y David: su romance debe ser uno de los más llamativos en la historia política reciente. Hace siete años, estaban claramente enfrentados porque el recién elegido líder conservador había pedido a sus eurodiputados que dejaran el Partido Popular Europeo, en el que se agrupaban todos los conservadores, incluidos los cristiano-demócratas de Merkel, y que se unieran a un nuevo grupo de centro derecha creado por el propio Cameron.

Quién les ha visto y quién les ve ahora... El pasado fin de semana, celebraron la llegada de la primavera juntos y por si fuera poco, se unieron a ellos Samantha, Joachim y los hijos de Cameron. Menuda metamorfosis. El primer ministro jamás se había llevado a la familia al completo a un viaje al extranjero con tanto contenido político y Merkel tampoco había mostrado nunca tanta cercanía con otro invitado, ya fuera extranjero o alemán, en la residencia oficial del Gobierno alemán en Schloss Meseberg [donde Cameron y Merkel pasaron el fin de semana].

Puede que sea un axioma de la filosofía política el hecho de que las naciones no tienen amigos, sino únicamente intereses. Pero sin duda ayuda que, en estos tiempos de crisis, los protagonistas logren añadir amistad a los contactos y que, al hacerlo, se refuercen los objetivos comunes.

La criticada "revisión de competencias"

Los escritores de titulares suelen pasar por alto lo que une a las personas y prefieren centrarse en el drama del antagonismo y la ruptura de cualquier tipo. Es lo que sucedió con el discurso de Cameron sobre la UE en enero en el que exigía que se volvieran a transferir los poderes al nivel nacional. Pero no se prestó atención a lo que había estado diciendo la canciller alemana esa misma semana en Davos. Merkel también habló de la necesidad de que la UE se comprometiera a reformarse para mejorar la competitividad y se invirtiera la profunda alienación que sienten los europeos hacia la “unión”, una denominación de lo menos apropiada dadas las circunstancias.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

En estos aspectos, Cameron y Merkel están de acuerdo. Incluso en la irritante cuestión de las “competencias” que Londres quiere repatriar de Bruselas, se está acortando la distancia entre los dos líderes. La cacofonía de abuso que se interpretaba en su discurso ha dado paso en Alemania a un murmullo de cambios de opinión que hace que parezcan poco apropiadas las alegaciones de aislamiento británico en Europa.

A Michael Meister, vicepresidente parlamentario del partido gobernante de Merkel, se le preguntó a finales de la semana pasada qué pensaba el Gobierno alemán de la criticada “revisión de competencias” de Cameron, cuyo resultado se determinará en el referéndum que ha prometido celebrar el primer ministro en 2017 sobre la permanencia o no del país en la UE.

“Es necesario hacer concesiones”, declaró Meister. “Estamos abiertos a escuchar distintos argumentos”. Lo que llama la atención es que admitió que “se estaban manteniendo conversaciones intensivas” sobre las ideas del primer ministro. Y de eso precisamente se trataba la reunión en Meseberg.

Abordar el "déficit democrático"

Aún es muy pronto para determinar si es necesario un cambio en los tratados existentes de la UE, algo a lo que se oponen rotundamente Merkel y otros. Lo más importante es que gracias al discurso franco de Cameron, ahora es más urgente abordar el “déficit democrático” identificado desde hace tiempo y que corre el riesgo de hacer naufragar el proyecto europeo. Establecer plazos también sirve de ayuda, aunque David Cameron pueda estar muerto políticamente para 2017.

Merkel sin duda no desea ver cómo su nuevo amigo británico cae en la trampa mortal europea. La química entre ellos se intensifica en gran medida por su estratégica convicción de que si la UE pierde a Gran Bretaña y gana a Croacia, Bulgaria o Rumanía, se pondría todo del revés.

Pero también cuenta con una dimensión doméstica en sus cálculos. Si desea mantener su popularidad actual hasta las elecciones nacionales en septiembre, políticamente le conviene acercarse a Cameron y sus ideas de mercados abiertos y responsabilidad democrática, en lugar de apostar por los instintos proteccionistas y de mayor control estatal de los franceses.

Existe todo un ejército secreto de seguidores de Cameron en Alemania que aplauden su enfoque sensato con respecto a la UE, algo que sus propios políticos en raras ocasiones se atreven a aplicar. La frustración ante las cargas que han impuesto a los contribuyentes alemanes los acuerdos de rescate para los países de la eurozona con problemas ha hecho que surjan divisiones políticas incendiarias. Merkel no desea infundir más acritud enfrentándose a un primer ministro que es más popular en Alemania de lo que piensan los redactores de los titulares.

Conquista a los alemanes y a la canciller

Recientemente, se les recordó a los alemanes cómo un poderoso canciller, Helmut Kohl, les intimidó para que aceptaran el euro. “Actué como un dictador”, admitió cínicamente Kohl en una entrevista en 2002 que no se publicó hasta la semana pasada. Los opositores, a los que calificó de “enemigos del Estado” a finales de los años noventa, ahora han formado un nuevo partido, Alternativa para Alemania, para iniciar una tardía discusión sobre qué implicaría para Alemania el regreso al marco alemán.

El nuevo partido debe reunir al menos 2.000 firmas en cada uno de los 16 Estados federales alemanes para poder presentarse a las elecciones nacionales. Según una reciente encuesta, el 25% de los votantes ha declarado que podría optar por Alternativa en septiembre. Pero sólo 5.000 han firmado hasta ahora.

Es “ese temor tras la muerte,/ ese país por descubrir,/ de cuyos confines ningún viajero retorna” lo que desconcierta la voluntad de los votantes escépticos de Alemania cuando se plantean la vida tras la desaparición del euro. Al mismo tiempo, desconfían sumamente de los políticos, al recordar cómo Kohl les forzó a dejar el marco alemán.

En cambio, David Cameron, con su discurso directo y abierto, es un líder que conquista a los alemanes y a Angela Merkel. Ojalá su romance soporte los golpes y dardos de los insultantes tiempos.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema