El 10 de julio, el presidente portugués Aníbal Cavaco Silva, pidió a la coalición gobernante formada por el socialdemócrata PSD y los partidos conservadores CDS-PP que se formalice un acuerdo con la oposición socialista - los tres partidos que firmaron el memorándum con la troika - para poner en marcha medidas que permitan la vuelta de Portugal a los mercados en 2014, informa Público. También deberían alcanzar un acuerdo “para celebrar elecciones anticipadas después de dar por terminado el rescate internacional del país, en junio de 2014”, manifestó el presidente.
Para superar la crisis política de la semana pasada, el presidente considera que debe existir un “compromiso para la salvación nacional” y que el Gobierno de coalición debería permanecer al mando con plenos poderes.
Público indica en su editorial que Cavaco Silva
decidió salir al paso, e impuso una agenda a los tres partidos en el eje gubernamental, como si no tuvieran la legitimidad que les dan los votos. Las consecuencias de este gesto son imprevisibles.