"El acuerdo para prolongar 25 años más el estacionamiento de la flota rusa en Crimea es una bomba de relojería", señala el diario polaco Rzeczpospolita en portada. El 27 de abril, el Parlamento ucraniano ha ratificado el acuerdo en un ambiente caótico. "Ucrania está incrementando rápidamente su dependencia de Rusia", comenta Rzeczpospolita, para el cual el acuerdo militar "sella el fin de la soberanía ucraniana".
El diario subraya el hecho de que el gobierno ucraniano haya aceptado el arrendamiento de Crimea a cambio de una rebaja del 30% del precio del gas ruso y hace un llamamiento a la Unión Europea y a Occidente para que no abandonen el esfuerzo de integrar a Ucrania "en sus estructuras occidentales" y de hacerla miembro de la UE. Si no, previene Rzeczpospolita en su editorial, el país dependerá de Rusia "durante las generaciones venideras". "Ucrania todavía no está muerta, aunque tiene una soga alrededor del cuello"", concluye el diario.
Por otro lado, Le Monde considera que los europeos vigilan el acercamiento entre Kiev y Moscú y "constatan con cierto alivio que el nuevo elegido envía señales en dos direcciones, buscando consolidar los vínculos con Moscú sin crear hostilidades con las capitales europeas". "Los Veintisiete observan que Yanukovitch, recién elegido presidente, reservó su primera visita a Bruselas antes que a Moscú (a principios de marzo)".
El diario precisa que en el momento en que el Parlamento ucraniano se pronunciaba sobre el acuerdo militar y gasístico, Yanukovitch se encontraba en Estrasburgo para confirmar la adhesión de Ucrania a Europa. "La cuestión de una eventual adhesión de Ucrania a Europa divide a los europeos", subraya Le Monde. "Polacos y británicos apoyan la incorporación de Ucrania mientras que el corazón de Europa, alemanes y franceses, no quieren prometer nada en este sentido".
Hospodářské Novinydestaca que la avanzada rusa en tierra ucraniana no se limita exclusivamente al acuerdo militar y gasístico. "Ucrania ha muerto, viva Rusia", titula el diario checo, que explica que desde la llegada al poder de Viktor Yanukovitch la lengua rusa es cada vez más utilizada, sobre todo en medios de comunicaicón y universidades.
"El nuevo ministro ucraniano de Educación Dmitrov Tabachnik, que se ha dado a conocer por sus declaraciones exacerbadas contra los ucranianos del oeste, es el responsable de esto", apunta el diario, que recuerda que "durante la era soviética, Ucrania estaba marginada y que poco a poco se restableció tras la caída de la URSS". A día de hoy, "una ampliación del espacio de información ruso es la última cosa que Ucrania necesita".