"Crisis en los Países Bajos" titula De Volkskrant. Casi tres semanas después de las elecciones en Holanda y Bélgica, las negociaciones para formar nuevos gobiernos se han paralizado en ambos países. El diario de Amsterdam distingue problemas que afectan a los dos países: populismo egocéntrico, una opinión pública que se aleja de un sistema político "sin aliento" y la fragmentación del paisaje político. El auge de partidos anti-sistema como el PVV de Geert Wilders o el N-VA nacionalista flamenco es también motivo de preocupación - "Ambos partidos insisten en asuntos que... pueden dividir a la nación: en Holanda la convivencia entre inmigrantes y holandeses y en Bélgica la unidad del Estado"
En Bélgica, con el socialista "preformista" francófono Elio Di Rupo arrojando la toalla y el rey nombrando a dos "mediadores" para reanudar las negociaciones de cara a formar el siguiente gobierno, Le Soir señalaque incluso los líderes francófonos especulan sobre si el reino se dividirá. "No es una elección inteligente" para De Morgen, que les acusa de usar la peor de las perspectivas de futuro para presionar a los negociadores. "Un truco", argumenta De Standaard, que tiene como objetivo responsabilizar del fracaso de las negociaciones a los flamencos.