En una reunión en Bruselas, los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países han decidido acelerar las negociaciones sobre el arreglo del diferendo que les opone desde la quiebra del banco esloveno Ljubljanska Banka, tras la implosión de Yugoslavia a principios de los años 90, y en el que más de 130.000 croatas tenían cuenta. Según Novi List, "el litigio será arreglado por la compensación de deudas de Ljubljanska Banka a cambio de las deudas que empresas croatas deban a este banco”.
El asunto envenena las relaciones entre los dos países y Eslovenia se niega a proceder al proceso de ratificación de la adhesión de Croacia a la UE, previsto para el 1 de julio. A falta de la ratificación de Liubliana de aquí al 1 de abril, la adhesión de Croacia podría ser aplazada.