Europa no marcha bien. El plan de rescate del euro se ha entendido mal y los desacuerdos de Europa sobre esta cuestión, así como sobre la intervención en Libia generan tensiones.Y ante estas circunstancias, la Comisión sigue esforzándose por contrariar incluso a los europeos más convencidos.
La Comisión (y la Unión) Europea socava la confianza de los ciudadanos en la Unión Europea, aprobando deprisa y corriendo una serie de medidas especialmente sospechosas y que costarán dinero a los ciudadanos. Por ejemplo, ha encargado a algunas grandes multinacionales que sustituyan los sistemas de iluminación doméstica. El resultado es que los ciudadanos se encuentran con unos equipos costosos, que emiten una luz espantosa, tardan varios minutos en ponerse en marcha y que además hay que evitar a toda costa que se rompan, ya que contienen mercurio.
Cuestiones que no han generado ningún debate
A esto se añaden las publicaciones de nuevos estudios según los cuales, las luces compactas fluorescentes emitirían una "mezcla de vapores tóxicos" y contendrían sustancias cancerígenas. Al menos es la opinión de los expertos entrevistados por Markt, una revista que vela por los derechos de los consumidores. Por su parte, los fabricantes se defienden argumentando que sus productos no superan los "umbrales" autorizados. Y esta cuestión no ha generado ningún debate.
La directiva europea sobre la conservación de datos se ha impuesto con la misma "discreción". Esta directiva concierne a la integridad de las comunicaciones transmitidas a través de teléfonos fijos y móviles, mensajes de correo electrónico e Internet y prevé la conservación de estos datos durante un periodo de seis meses. La policía y las autoridades judiciales tendrán acceso a esta información. Varios abusos se perfilan ya en el horizonte.Las autoridades exponen el argumento de la lucha contra el terrorismo. La UE incluso publicó un "informe de evaluación" en el que se explicaba que algunos Estados ya habían aplicado estas medidas y habían tenido un gran éxito. Mediante maniobras de "abuso".
Los datos de los pasajeros de vuelos se conservarán durante cinco años
En 2010, el Tribunal Constitucional Alemán declaró que la conservación sin motivos de datos de telecomunicacióninfringía la Constitución. Sin embargo, la coalición en el poder (CDU-CSU-FDP) sigue pensando en los modos para aplicar esta medida. Por su parte, el Gobierno sueco se niega a aplicar la directiva y se enfrenta a una multa de la Comisión Europea. En Austria, la ley debería someterse aún a algunas modificaciones superficiales antes de adoptarse.
Los próximos en la lista son los pasajeros de las compañías aéreas. La Comisión Europea quiere obligar a las compañías aéreas a conservar los datos de los pasajeros de los vuelos cuyo origen o destino sea Europa y a transmitirlos a los organismos de seguridad de los países en cuestión. Estos datos se conservarán durante cinco años e incluirán el nombre y la dirección de los pasajeros, así como su número de tarjeta de crédito, el nombre de su cónyuge y sus hijos, su número del programa de fidelidad de viajeros frecuentes, su dirección electrónica, sus preferencias alimentarias (kosher o vegetariano), de alquiler de vehículos o de hotel. Con su política del secretismo, la Comisión Europea y los países miembros de la UE se encaminan hacia la destrucción del proyecto europeo.