El 21 de marzo, el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), Abdulá Ocalan, hizo un llamamiento a sus seguidores para que entregasen las armas y continuasen su lucha por la autonomía de la región en el plano político.
Ocalan está preso desde 1999 en la cárcel de Imrali, en el mar de Mármara. Su llamamiento lo leyó un parlamentario kurdo ante 250.000 personas congregadas en Diyarbakir, el bastión del Kurdistán turco, durante la celebración de la festividad del Nowroz, el año nuevo kurdo. Este gesto es el fruto de dos años de negociaciones secretas entre el PKK y el Gobierno turco.
Desde que se iniciaron en 1984, los enfrentamientos entre el PKK, considerado como una organización terrorista por la UE, y el ejército turco han causado cerca de 40.000 víctimas.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
con
El evento >