Elige un idioma
"A toda velocidad", titula The Times, anunciando el plan del secretario de Estado británico de Transportes de aumentar el límite de velocidad hasta las 80 millas por hora (128 km/h) en 2013. Las razones citadas por el Gobierno incluyen que el 49% de los conductores normalmente desobedecen el límite de 70 mph (112 km/h) y que los avances tecnológicos han hecho a los coches más seguros - “contribuyendo a una disminución de más del 75% en el número de personas muertas en las carreteras británicas desde 1965”. Según el secretario de Estado, “el aumento del límite de velocidad en las vías rápidas hasta 80mph generará beneficios de millones de libras gracias a la menor duración de los viajes”. Los ecologistas están descontentos con la noticia. Para un miembro de Greenpeace, “el ministro de petróleo Saudí se frotará las manos con regocijo cuando sepa la decisión. En un momento en el que la producción de petróleo del Mar del Norte está disminuyendo y en el que somos cada día más dependientes de regímenes inestables y entornos frágiles para llenar el depósito de nuestros coches, la decisión del secretario de Estado de Transportes aumentará el consumo de gasolina y las emisiones de dióxido de carbono cuando lo que necesitamos es reducirlos”.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
El evento >