La política del avestruz.
Un período de lluvias torrenciales diarias ha acarreado inundaciones mortales en el norte de Europa. El 17 de julio, el balance provisional reportó 31 fallecidos y 163 personas desaparecidas en Bélgica, principalmente en Valonia, donde la provincia de Lieja ha sido la más afectada; y 150 fallecimientos y miles de damnificados en el oeste de Alemania, sobre todo en Renania-Palatinado. Las crecidas también han provocado daños materiales significativos en Países Bajos y Luxemburgo.
Ante la magnitud de este fenómeno en pleno verano, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró el 16 de julio en Dublín que “estas inundaciones confirman lo que dice la ciencia sobre el calentamiento global”, y a la vez se acaba de presentar un plan de reducción de emisiones de gas de efecto invernadero a escala europea.