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Según las propias cifras de la Comisión Europea, todo su sistema administrativo consta de alrededor de 50.000 funcionarios, que desarrollan políticas para unos quinientos millones de europeos. Y Bruselas insiste en destacar la proporción de un funcionario por cada diez mil ciudadanos.
Sin embargo, los euroescépticos, como el grupo de expertos con sede en Londres Open Europe y el Partido Socialista (SP) neerlandés, afirman que esas cifras son mucho mayores. También incluyen a los funcionarios nacionales implicados en la política de la UE, lo que multiplica por tres la cifra.
Pero según Nico Groenendijk, profesor de Gobernanza Económica Europea, esta comparación no es exacta: “Al fin y al cabo, tampoco incluimos en Países Bajos a los funcionarios municipales que trabajan en el ámbito de la política nacional”.
Administración, el 6% del presupuesto de la UE
En cualquier caso, la pregunta sigue siendo si realmente son demasiados. Por desgracia, la mayoría de comparaciones no funcionan en este caso. En un esfuerzo por recalcar el argumento de que el sistema administrativo en Bruselas es pequeño y eficiente, a menudo se señala que emplea sólo a tantos funcionarios como los de una ciudad como… Berlín, por ejemplo.
Sin embargo, Berlín también cuenta con un departamento de sanidad, mientras que la UE incluye básicamente a funcionarios de alto nivel educativo y alta remuneración que crean políticas. Tampoco tiene sentido establecer una comparación con Estados Unidos (que es cuarenta veces más grande); en este caso, la defensa es un asunto federal, mientras que en Europa no lo es.
Quizás después de todo no haya demasiados funcionarios, dado el amplio ámbito de las políticas de las que son responsables. Pero ¿qué decir de los costes? Todos esos documentos que tienen que traducirse a 23 idiomas (más de mil millones de euros al año). Durante años, la administración ha representado casi el seis por ciento de todo el presupuesto europeo.
Y aunque es significativamente inferior al del Gobierno central neerlandés (de casi un trece por ciento), éste no incluye a las autoridades fiscales, ni a la oficina del auditor nacional. Sencillamente, no pueden compararse.
“La burocracia es control”
Se mire por donde se mire, afirma Rinus van Schendelen, profesor de ciencias políticas, el nivel de burocracia en Bruselas es ínfimo. “El Gobierno en La Haya, sin incluir instituciones como el ejército, la policía o la educación, cuenta con un funcionario por cada 133 habitantes. La Comisión tiene uno por cada 20.800 habitantes de la UE. ¡No se pueden negar las estadísticas!”
Y aunque casi todos los expertos comparten esta opinión, ¿no sigue siendo Bruselas bastante burocrática? El politólogo Ben Crum insiste en que sí lo es, aunque destaca que la burocracia, al igual que opinaba Max Weber, no es algo negativo: “La burocracia es control”.
Y ese es el motivo tras todos esos formularios que hay que rellenar. “Si se quieren asignar subsidios entre 27 países, la burocracia es el único modo de comprobar que se está haciendo correctamente. Muchos de los que se quejan más sobre la burocracia son también los primeros en oponerse a que se concedan subsidios a olivares sin cultivar. Pero no se puede tener todo. Dadas las circunstancias, no creo que Europa sea en realidad excesivamente burocrática”.
Leer el "euromito" anterior: "La UE, un club aún selectivo".
