Es "la guerra en torno a la lista Lagarde”, titula To Ethnos. El ex ministro de Hacienda Yorgos Papaconstantinou, acusado de haber eliminado los nombres de personas próximas a él de la lista de quienes tienen cuentas en Suiza, va a tener que enfrentarse pronto a una investigación parlamentaria. Pero Syriza, la coalición de izquierda radical, acusa abiertamente a Evangelos Venizelos, el actual líder del partido socialista (Pasok) y que también fue ministro de Hacienda, de haber igualmente querido maquillar esa lista.
Según Ta Nea, esta “polarización de los partidos” podría hacer que ciertas formaciones políticas saltasen por los aires, en particular el Pasok, que ocupa una posición central en todo este escándalo y cuyo grado de popularidad ha pasado del 49% al 7% entre las elecciones de 2009 y las de 2012. "El partido que apoya al Gobierno de coalición espera que el primer ministro le apoye", señala el periódico.
Pero la “cultura política obliga a que se investigue a las personalidades políticas” implicadas en esa lista, opina por su parte To Vima,
Este escándalo refleja los hábitos del poder y revela las actitudes que prevalecen en la gestión de los asuntos públicos. Para diversos observadores, este escándalo pone de manifiesto el problema político fundamental del país, que no es otro que el estatus arbitrario de los políticos y la protección de los más poderosos. Sin embargo, es importantísimo que se diriman las responsabilidades, sean penales o civiles, sin que eso paralice al Gobierno ni le desvíe de su misión principal, que es la estabilización económica, junto con la recuperación y el desarrollo. [...] El Gobierno y los partidos políticos, todos, deben proteger el clima de la estabilización económica, sin que ello signifique que no se investiguen a fondo todos los aspectos del escándalo político de la lista Lagarde.