“La Comisión Europea entra ahora a formar parte de los coristas que critican la fuerza de las exportaciones alemanas”, señala Die Welt, al día siguiente del anuncio por Bruselas de una "investigación en profundidad" sobre el superávit de las exportaciones alemanas.
Para el diario, las críticas de la Comisión son "peligrosas", "no solamente por razones económicas sino igualmente políticas" :
Las economías nacionales frágiles y pequeñas en Europa deben también beneficiarse de la demanda mundial [dice la Comisión]. Para ello, los alemanes deben moderarse. Esta demanda significa no tomar demasiado en serio la consolidación [de las deudas públicas europeas]. Ello significa igualmente que los alemanes deben hacer esfuerzos para aumentar los salarios, para que la demanda de zapatos portugueses y de vino griego aumente. Haciendo esto, Alemania debilita su competitividad internacional. Este mensaje es falso, se dirija a los alemanes o a los países en crisis, y no ha habido momento más inapropiado que ahora para hacerlo oír.