"De una recesión profunda, pasando por la crisis bancarias, por huelgas, hasta llegar a la 'mano de Dios' de los galos: ni Brian Cowen ni los ciudadanos irlandeses se pueden escapar". Así abre la edición de hoy del Irish Independent, haciéndose eco del ánimo afligido de un país maltratado por la crisis que, una semana después de su polémica salida de la Copa del Mundo, está ahora afectado por las peores inundaciones en décadas.
Con una foto de Taoiseach Brian Cowen calzando unas botas y caminando sobre la ciudad inundada de Ballinasloe, el diario de Dublín evoca lo que para el impopular líder podría ser su "annus horribilis". Incluso cuando la lluvia arrecie, Cowen tendrá que hacer frente a la huelga de funcionarios, como parte de una protesta de ámbito nacional contra la política presupuestaria del gobierno, que anúncia drásticos recortes y pocas esperanzas para un país afectado este año por un enórme déficit (12% del PIB) y un 7,5% de crecimiento negativo.