"Un grupo de trabajo ruso-kazajo anunciará próximamente la construcción de un mega-canal de 700 km, que unirá el mar Caspio con el mar Negro", revela România liberă. Este proyecto, bautizado con el nombre de "Eurasia", "cambiará en profundidad la geopolítica de Asia Central, ya que permitirá a Kazajistán, a Azerbaiyán y a Irán convertirse en potencias marítimas y, por otro lado, los rusos harán realidad el sueño de Stalin: un canal navegable que acercará China a Europa".
Según el diario de Bucarest, el proyecto "no sólo será la llave de acceso económico y geoestratégico de Asia para los rusos: con un coste de 25.000 millones de euros, facilitará también el acceso a los yacimientos de hidrocarburos del Caspio e irá acompañado de una red de autovías que conectarán Rusia y China". România libera ha calculado que "si se pueden desviar por este canal el 5% de las mercancías que se transportan actualmente por vía marítima entre China y Europa, los países de tránsito recibirían cerca de 2.200 millones de euros al año en concepto de impuestos". Razón de más, prosigue el diario, para que la Unión Europea "presente por fin su Estrategia del Danubio, un río que desemboca precisamente en el mar Negro".