Manuel Cabezas creció rodeado de olivos. Tal y como le habían enseñado sus padres, abuelos y bisabuelos –como cualquier otra familia del pueblo andaluz de Lopera, en Jaén–, este cultivo emblemático del Mediterráneo era la inversión más valiosa que podía hacer. Así que, cuando tuvo la oportunidad, con la jubilación en mente, utilizó sus ahorros para comprar dos hectáreas y media de terreno, donde plantó 400 olivos.
“Aquí invertimos en lo que conocemos”, explica. “No en pisos o planes de inversión que no entendemos”.

Ahora Cabezas teme que su inversión y sus esfuerzos hayan sido en vano. Como decenas de otros agricultores y pequeños propietarios de la zona, el verano pasado recibió una carta de la Junta de Andalucía en la que se le notificaba la expropiación forzosa de sus tierras. Esto se debe a que Greenalia, una empresa española de energías renovables con inversiones en varios países europeos y Estados Unidos, planea construir hasta siete parques fotovoltaicos en zonas de olivares, un proyecto que la Junta de Andalucía ha declarado de interés público por su contribución a la transición energética.
El gabinete de prensa de la Delegación de Economía e Industria de Jaén informó a Voxeurop de que “la Ley del Sector Eléctrico, de aplicación en toda España, obliga a las administraciones autonómicas a tramitar los expedientes de declaración de utilidad pública (expropiaciones) de las instalaciones eléctricas cuando el promotor y el propietario no llegan a un acuerdo”. Del todos los proyectos de energías renovables tramitados por la Junta de Andalucía en los últimos años, sólo el 0,88 % han requerido declaración de utilidad pública.
Más que muchos otros países de la UE, España está abandonando rápidamente los combustibles fósiles y acelerando su camino hacia la neutralidad climática en 2050. Lo está haciendo sobre todo recurriendo a sus abundantes recursos renovables, en particular la energía eólica y solar. Según la empresa estatal Red Eléctrica, casi el 57 % del consumo energético del país en 2024 procedía de fuentes renovables. Sólo en el último año, el consumo de energía solar en el país ibérico aumentó un 19 %. Sin embargo, el auge de los proyectos solares a gran escala puede tener un coste para las comunidades rurales, especialmente en Andalucía, donde se produce la mayor parte del aceite de oliva español.
“A nadie le importamos”, dice María Mena, loperana descendiente de una larga estirpe de olivareros. “La energía que van a producir no es para Lopera”. Pero aquí la tierra es más barata, concluye.
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
El evento >
Participa en el debate
Hacerse miembro para traducir los comentarios y participar