Prescindir progresivamente de lo nuclear

Publicado en 18 marzo 2011 a las 13:13

En Europa, la energía nuclear es como la inmigración: todo el mundo la necesita, pero nadie la quiere en su país. En ambos casos, las consecuencias perduran durante mucho tiempo. Puesto que la inmigración y la energía nuclear constituyen fenómenos de larga duración, no conviene abordarlos dejándose llevar por la emoción ni desde una perspectiva que no supere la duración de un mandato y mucho menos la de una campaña electoral.

Sin embargo, los dirigentes europeos parecen incapaces de resistir la tentación de aprovecharse de los temores de sus conciudadanos al analizar este asunto, cuando no los fomentan. Analicemos el caso de la energía nuclear. Tras el incidente de la central nuclear japonesa de Fukushima, [en casi toda Europa](http:// http://www.presseurop.eu/es/content/article/553181-ante-todo-mucha-calma), quizás con la destacada excepción de Francia, los gobiernos han planteado pausas de reflexión, moratorias o referendos sobre la energía nuclear, en una carrera para ver quién será el primero en denunciar los riesgos de la energía nuclear y en proponer su salida. De momento, la ganadora ha sido [Angela Merkel](http:// http://www.presseurop.eu/es/content/news-brief-cover/550271-la-continuidad-nuclear-en-suspenso).

Lo que no dicen es que parte de la electricidad consumida en sus países se importa y que parte de ésta es de origen nuclear. Por ejemplo, el 10% de la electricidad consumida en Italia se produce en centrales nucleares francesas. De este modo, las molestias se producen en otro lugar y podemos proclamar a los cuatro vientos que no necesitamos los reactores. En materia energética, al igual que ocurre con la inmigración y la política exterior, los Estados miembros aplican lo que más les conviene. Y eso sí, que viva la soberanía nacional.

El problema es que la energía nuclear actualmente representa cerca de un 30% de la electricidad producida en la UE y que si no cambian las previsiones sobre el consumo energético y Europa pretende cumplir los objetivos que se ha fijado en materia de reducción de las emisiones de CO2, no disponemos de muchas soluciones. Puede que tan sólo sea una solución temporal, el tiempo que se tarde en desarrollar más las energías renovables, que de momentoconstituyen solamente el 7,8% del consumo energético de la UE. Por lo tanto, la salida de la energía nuclear únicamente podrá conseguirse de forma gradual, lo que supone una visión a largo plazo y acordada.

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