Entrevista Libertad de prensa

Rebecca Harms: “Los medios de comunicación libres e independientes sientan las bases necesarias para la formación de la opinión democrática”

Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina y los periodistas ucranianos y gazatíes que continúan con su trabajo en circunstancias muy peligrosas, la cuestión de la libertad de prensa y su protección es más importante que nunca. La vicepresidenta del Centro Europeo para la Libertad de Prensa y de los Medios de Comunicación Rebecca Harms comparte su visión de este concepto central.

Publicado en 2 mayo 2024 a las 08:56
Rebecca Harms | ECPMF

Rebecca Harms es una política alemana que fue diputada del Parlamento Europeo de 2004 a 2019 y presidenta del grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea hasta 2016. Actualmente, es vicepresidenta del Centro Europeo para la Libertad de Prensa y de los Medios de Comunicación (ECPMF), la organización detrás del proyecto Voices of Ukraine, cuyo objetivo es apoyar a los periodistas y medios de comunicación ucranianos, y del que Voxeurop es socio.

¿Qué opina del estado actual de la libertad de prensa en Europa, teniendo en cuenta el papel del ECPMF y su posición en este? 

Como política europea, a lo largo de los años he trabajado, junto con mis colegas del Parlamento Europeo, en numerosas intervenciones e iniciativas destinadas a proteger y defender a los periodistas y a los medios de comunicación en el ejercicio de su profesión. El Parlamento Europeo apoyó la creación del ECPMF porque queríamos frenar la presión política a la que los periodistas y los medios de comunicación estaban cada vez más sometidos. En Hungría y en Polonia, fuimos testigos de la coerción ejercida por el gobierno sobre los medios de comunicación. Los periodistas Daphne Caruana Galizia y Ján Kuciak fueron asesinados en Malta y Eslovaquia. Turquía, que había estado negociando su adhesión a la Unión Europea, se ha convertido en la mayor cárcel del mundo para los periodistas.

La Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación (EMFA), aprobada durante la legislatura que está a punto de terminar (novena legislatura, de 2019 a 2024), después de una década de batallas políticas, representa un paso importante en la dirección correcta y contribuirá a proteger la libertad de los medios de comunicación y el trabajo independiente de los periodistas en todos los países de la UE. Esta ley ya está teniendo un impacto más allá de las fronteras europeas: la libertad de prensa y de los medios de comunicación se ha convertido en una prioridad durante los preparativos de las negociaciones de adhesión con Ucrania, Moldavia y Georgia

¿Cuán importante es la libertad de prensa para el buen funcionamiento de las democracias y de la Unión Europea? ¿Por qué? 

Los medios de comunicación libres e independientes sientan las bases necesarias para la formación de la opinión democrática. Con su trabajo, los periodistas refuerzan el papel de los ciudadanos en las democracias representativas, y facilitan que los políticos expongan sus objetivos y decisiones políticas y los sometan a debate. El buen periodismo promueve la formación de una opinión responsable sobre todos los temas. Lo más importante es la constitución democrática de los medios de comunicación. Tanto los medios públicos como los privados deben ser transparentes y su control debe ser independiente del Estado. La calidad, la independencia y la imparcialidad de la cobertura mediática preelectoral constan de una especial importancia, ya que los ciudadanos votarán por partidos y políticos que podrán tomar decisiones trascendentales en su nombre.

En vísperas de las elecciones europeas, ¿son las noticias europeas y los medios de comunicación paneuropeos importantes para nuestras democracias? ¿Qué papel deberían desempeñar? 

Los medios de comunicación paneuropeos serían sin duda una buena manera de estimular debates cualitativos y verdaderamente europeos sobre lo que se discute en Bruselas. Además, prácticamente no existe un intercambio en tiempo real a escala de la Unión Europea sobre lo que ocurre en los distintos Estados miembros, que no evolucionan al mismo tiempo en términos políticos y sociales. El hecho de que hablemos más de 27 idiomas diferentes tampoco ayuda. Sigo creyendo que la UE necesita un sistema de servicio público adaptado tanto a las posibilidades técnicas y financieras actuales como al nivel de necesidades. Desde hace más de una década nos hemos estado enfrentando al hecho de que el desarrollo de las redes sociales no ha tenido un impacto positivo en el proceso democrático. Ahora estamos viendo las consecuencias de un rechazo ideológico a regular la Red, o a por lo menos intentarlo. 

En lugar de ofrecer un espacio de libertad incontrolada, se ha hecho posible difundir todo tipo de propaganda. Hay una circulación masiva de mentiras y medias verdades sobre las instituciones europeas que son difíciles de verificar para los ciudadanos porque Bruselas está —o al menos les parece— muy lejos. A menudo me siento perdida ante la masa de información y la inmensa magnitud de la desinformación.

¿Deben los medios de comunicación paneuropeos desempeñar un papel específico en vista de la guerra en Ucrania y de la situación a la que se enfrentan los medios de comunicación y los periodistas allí y en otros países postsoviéticos como Bielorrusia, Moldavia y Georgia? 

Como segunda presidenta del ECPMF, desde mi elección, he intentado apoyar a los periodistas y a los medios de comunicación de Europa del Este. Es incorrecto calificar a todos estos países de postsoviéticos sin hacer distinciones. De hecho, el desarrollo de sus medios de comunicación y de su periodismo es muy representativo de hasta qué punto estos Estados y sociedades han cambiado desde su independencia. Los periodistas, a través de su trabajo, son también fuerzas motrices de la democratización y del camino hacia la Unión Europea.

Tras las elecciones amañadas en Bielorrusia, y en vista de las manifestaciones masivas contra Lukashenko, los periodistas también fueron objeto de amenazas y persecuciones políticas. Por un lado, había que proteger a las personas perseguidas o encarceladas, lo que no era fácil. Por el otro, sus voces tenían que hacerse oír en Occidente. Pensaba que publicar el trabajo de los periodistas bielorrusos en los medios occidentales era algo natural, pero desgraciadamente comprobé que, si bien sí había solidaridad, seguía habiendo muchos obstáculos y poco respeto o poca curiosidad por su trabajo.

Con el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, mi trabajo en el ECPMF cambió. Mientras muchos periodistas abandonan Rusia y Bielorrusia, la mayoría de los medios de comunicación y periodistas ucranianos siguen trabajando en condiciones de guerra.


Los periodistas, a través de su trabajo, son también fuerzas motrices de la democratización y del camino hacia la Unión Europea


El proyecto “Voices of Ukraine” se ha convertido en una de las áreas de atención más importantes del ECPMF. Después del colapso del mercado de los medios de comunicación y de la publicidad como consecuencia de la guerra, la prioridad era permitir a los periodistas continuar con su trabajo mediante una ayuda mensual. Gracias a una subvención del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores alemán, hemos podido asistir a más de 100 periodistas y pequeñas salas de redacción desde otoño de 2022, y seguiremos haciéndolo hasta 2025.

Junto con varias organizaciones y empresas ucranianas (por ejemplo, Public Journalism Lab, The Fix Media, Lviv Media Forum), ofrecemos asistencia técnica o seguros para reporteros en primera línea. Además, vamos a participar en el Lviv Media Forum. También me alegraría mucho si los artículos de los periodistas que reciben el apoyo de Voices of Ukraine pudiesen tener más eco en los medios de comunicación europeos. No cabe duda de que necesitamos a nuestros experimentados corresponsales extranjeros, sin embargo, los periodistas ucranianos son nuestros ojos y oídos en esta guerra. Día tras día, ven y oyen más que sus colegas extranjeros. 

Desde que Rusia declaró oficialmente la guerra a Ucrania, la atención ha tendido a centrarse en el país atacado. Pero incluso hoy, el interés de Occidente por Europa del Este rara vez se extiende más allá de Rusia. Este desinterés fue algo que ayudó a Rusia en su ataque a Ucrania y en su guerra de información. Una mayor inclusión de las voces de Europa del Este en los medios de comunicación europeos no solo es un acto de respeto, sino también una contribución a la seguridad en una guerra híbrida.


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