En Roma, el 14 de octubre los miembros de los "dragones rebeldes", los "indignados" italianos, se manifestaron ante el Congreso.

Refundar el ideal democrático

Tras las manifestaciones en Grecia y el movimiento de los indignados españoles, la protesta popular se extiende por Europa y atraviesa el Atlántico con la iniciativa de Occupy Wall Street. Directa o representativa, se pone en tela de juicio la propia idea de democracia, considera José Ignacio Torreblanca.

Publicado en 14 octubre 2011 a las 14:40
En Roma, el 14 de octubre los miembros de los "dragones rebeldes", los "indignados" italianos, se manifestaron ante el Congreso.

Grecia y Estados Unidos comparten, a juicio de José Ignacio Torreblanca, ser la cuna de la democracia. Cada uno de los países ha perfilado un tipo, sea directa o representativa, pero ambas tienen sus propios riesgos. La primera “degeneró en populismo, demagogia e ingobernabilidad”, por lo que según recoge El País, “no es de extrañar que los padres fundadores de Estados Unidos […] prefirieran describir su sistema político como de ‘gobierno representativo’, es decir, un sistema en el que más que permitir al pueblo gobernarse a sí mismo”. Pero quizá “no es una alternativa válida para gobernar sociedades tan complejas como las nuestras”, porque lo que hoy en día falla es que “se ha anquilosado precisamente en su punto central, en el que se refiere a la representatividad de los gobiernos ante las demandas de los gobernados”.

El interés general “ha quedado relegado a un segundo plano como principio inspirador de las políticas públicas y la rendición sistemática de cuentas anulada como mecanismo de control en manos de la ciudadanía”. El error que la crisis ha sacado a la luz sobre nuestros sistemas políticos es “su incapacidad de gestionar la economía (bien por incompetencia o porque las soluciones no están en el ámbito nacional)”, más allá de sus “miserias representativas” el autor destaca el “sometimiento al poder de los mercados, cuyos desmanes se muestran incapaces de regular”. Y he ahí donde es necesario reinventar la democracia, porque “desde Atenas a Wall Street, el ideal de la democracia pugna por sobrevivir”.

15-O[ctubre]

La indignación se globaliza

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"Indignados de todos los países, uníos", escribe Adevărul, que recurre a una cita del Manifiesto del Partido Comunista con motivo de la primera manifestación internacional convocada para el 15 de octubre por los “indignados” de más de 80 países. "Lo que en un principio era únicamente una manifestación local se ha convertido en un fenómeno global contra la dictadura de los bancos. Tras el arranque español y un acaloramiento italiano, los indignados internacionales están convencidos de que el 15 de octubre se dará un nuevo impulso para cambiar el mundo". Le Temps señala que "al contrario que el movimiento antiglobalización que reivindicaba más justicia para los países pobres del hemisferio sur, el movimiento de los indignados responde a preocupaciones locales, propias de Europa y de Estados Unidos, dos continentes asolados por la crisis financiera, la recesión que ha desencadenado y, ahora, por la crisis de la deuda y del déficit presupuestario".

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"Las principales víctimas de la nueva Gran depresión, los jóvenes, aspiran a mucho y lanzan un reto global contra la superpotencia financiera", añade por su parteLa Repubblica, para la que "si la primavera árabe derrocó a tiranos decrépitos, el otoño occidental arremete contra la tiranía anónima de los dogmas económicos".

Y, si Italia se ha sumado recientemente al movimiento — varios cientos de personas se han manifestado estos últimos días ante la sede del Banco de Italia en Roma, y en Milán ante la de Goldman Sachs — en Alemania todavía se hace esperar. Como explicaDie Welt: "en comparación con Italia o Francia, la cultura de la resistencia está menos desarrollada en Alemania, donde las huelgas políticas con frecuencia se criminalizan [...] Mientras las consecuencias de la crisis sigan siendo abstractas para los ciudadanos, Alemania se limitará a su cultura de protesta burguesa y provincial según el credo de 'Think local, act local' [Piensa localmente, actúa localmente]".

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