El 25 de junio, Chipre ha pedido oficialmente la ayuda financiera de la UE, y obtendrá “el paquete total con el memorándum”, titula O Phileleftheros. Según el diario, Nicosia podría obtener hasta 10.000 millones de euros para financiar al Estado y recapitalizar sus bancos, afectados por la crisis griega. Pero, al solicitar el dinero de sus socios europeos y del FMI, el país se expone a la vigilancia de la troika y a las contrapartidas que esta podría exigir.
Y es esta la razón por la que la solicitud, esperada desde hace varios días, ha tardado en llegar. El Gobierno del presidente Demetris Cristofias empezó por “agotar todas las posibilidades de salvar al país sin recurrir al mecanismo de apoyo”, explica Politis. Así, intentó obtener créditos de Rusia y de China, pero “había que contar con un tipo de interés del 4%, mientras que Europa prevé uno del 2%”.
Además, subraya el diario, Chipre se prepara para asumir la presidencia rotatoria del Consejo Europeo a partir del 1 de julio, y su voluntadde apoyarse en Moscú y en Pekín era percibida como un gesto de desafío hacia la UE. “Hay que reconocer que nuestra deuda es importante- 14.000 millones- y que era la única solución posible”, concluye Politis.