"La guerra en Libia divide a Italia y a Francia", titula el diario Corriere della Sera, que relata la creciente tensión en Roma ante la voluntad de París de dirigir en solitario la operación "Amanecer de la Odisea", a la que Italia se ha sumado a regañadientes. El Gobierno italiano ha amenazado con "retomar el control" de las bases aéreas utilizadas por los aviones aliados si el mando de las operaciones no se transfiere a la OTAN, una reivindicación que comparte Noruega, que ya ha suspendido su participación, pero a la que se oponen Francia y los países árabes. El editorialista Piero Ostellino atribuye la actitud de Francia a su "voluntad de sustituir a Italia en las relaciones con Libia (desde el petróleo a las relaciones económicas y comerciales) en la era posterior a Gadafi", motivo por el cual Italia "pierde todo" al aceptar su liderazgo. El diario añade que el Gobierno italiano también está presionado por el número de inmigrantes procedentes de Túnez que desembarcan a diario en Lampedusa: ya serían más de 5.000 y "tan numerosos como los habitantes" de la isla, que temen que su permanencia arruine la temporada turística que comienza ahora.
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