No están sincronizados, pero los distintos chantajes que pesan sobre políticos e instituciones amenazan con la oclusión del sistema político y con una implosión, producida desde dentro de las instituciones, que puede llegar a terminar con el actual modelo de democracia.
Desde el Rey para abajo, es difícil encontrar personalidades del Estado que no estén amenazadas por uno u otro chantaje. Por si faltaba algo, el escándalo del espionaje político en Catalunya podría afectar incluso al proceso soberanista puesto en marcha por el 'president' Mas. No hay partido político de peso que de una u otra manera no esté inmerso en este estado de amenazas.
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Análisis
Los electores son rehenes del sistema
El profesor de filosofía del Derecho Jorge Urdánoz Ganuza no tiene dudas sobre cuál es el origen de la corrupción que asola la clase política española: el sistema bipartidista, en el que el Partido Popular (PP) y el Partido Socialistas (PSOE) dominan, sin que exista una competencia real con el resto de los partidos. Así lo manifiesta en El País:
los millones y millones de españoles que viven en las circunscripciones pequeñas, en las que no es posible la pluralidad y solo existen esas dos opciones. […] o votas PP aunque incluya corruptos en sus listas, o dejas que gane el PSOE. Y viceversa: o votas PSOE, te convenza o no, o dejas que gane el PP. […] En el PP pueden hoy huir hacia adelante solo porque saben que, en la próxima jornada electoral, sus millones de votantes no tendrán otra opción que elegir entre ellos y el PSOE.
La crisis política “se ha sobrepuesto a la crisis económica […], demorando el adecuado tratamiento de esta y contribuyendo a agravarla”, señala por su parte La Vanguardia, puesto que en su opinión
Esta crisis política es una crisis del Estado de derecho, […] esto conlleva dos consecuencias fatales: en primer lugar, las leyes –y las sentencias– no se cumplen, y, en segundo término, las instituciones devienen ineficaces por su desprestigio rampante.