Los casos de COVID-19 están aumentando en Europa, lo que obliga a las autoridades a aplicar nuevas restricciones. Sin embargo, una parte de la población de los países afectados se opone a la aplicación de estas nuevas medidas y ha decidido salir a las calles a combatirlas.
En los Países Bajos, el fin de semana del 20-21 de noviembre ha habido protestas en todo el país tras la instauración de un confinamiento parcial, acompañado de restricciones para la población no vacunada. Varias decenas de personas han sido arrestadas y dos personas fueron heridas de bala.
En Bélgica, ha habido igualmente incidentes el 21 de noviembre durante una manifestación en Bruselas, que reunió más de 35 000 personas contra las medidas sanitarias. Entre los manifestantes, los más violentos agitaban banderas nacionalistas flamencas y otros símbolos de extrema derecha.
En Austria, ha habido igualmente protestas el 20 de noviembre, convocadas por el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, de extrema derecha), que denunciaba el nuevo confinamiento y el proyecto de ley que resuelve la obligatoriedad de la vacunación para los adultos.