Recep Tayyp Erdogan es sin duda "el amo de las urnas", tal como titula el periódico Radikal tras la victoria del Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) en las elecciones legislativas del 12 de junio de 2011. Con prácticamente el 50% de los votos y 326 escaños (de 550), el partido islámista conservador del primer ministro gana sus terceras elecciones legislativas consecutivas —tras su triunfo en 2002 y 2007—, y las sextas si se tienen en cuenta otros comicios, como las elecciones municipales de 2004 y 2009 y el referéndum de septiembre de 2010.
Con cinco millones de votos más pero con algunos escaños menos, el AKP podrá, una vez más, formar Gobierno en solitario, pero tendrá que alcanzar compromisos con los demás partidos para redactar la nueva Constitución prometida por Erdogan tras estas elecciones. Con ocasión de su primer discurso postelectoral, el primer ministro ha prometido "consultar a la oposición, a la sociedad civil y a los medios" para encontrar un consenso alrededor de esta reforma, uno de cuyos aspectos cruciales será redefinir la identidad nacional, teniendo en cuenta las reivindicaciones de los kurdos.
Por otro lado, según subraya el editorialista OralCalislar, el bloque de los nacionalistas kurdos agrupados alrededor del Partido de la Paz y la Democracia (BDP), ha sido el otro gran vencedor del escrutinio, al pasar de 22 a 36 diputados.