El 16 de noviembre, Hungría y Polonia vetaron la aprobación del presupuesto plurianual de la UE de 1,074 billones de euros y del plan de recuperación poscovid de 750 000 millones de euros.
Budapest y Varsovia se oponen a que el desembolso de fondos europeos esté condicionado al Estado de derecho. Según se había acordado, este debería ser el caso a partir de 2021, un escenario que el primer ministro húngaro Viktor Orbán siempre ha rechazado.
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