El 26 de octubre tendrán lugar en Georgia unas elecciones parlamentarias decisivas para el futuro del país, y quizás incluso para Europa. La oposición proeuropea encabeza las encuestas, pero parece que el Sueño Georgiano, el partido prorruso en el gobierno desde el 2012 y liderado por el oligarca Bidzina Ivanishvili, no está preparado para dejar el poder.
Sin dejar de evocar la promesa de adhesión a la Unión Europea, el Sueño Georgiano lleva a cabo una política que aleja al país de la UE y le acerca de facto a Moscú. Las medidas inspiradas directamente de las utilizadas por el Kremlin para amordazar y machacar a la sociedad rusa (como las leyes sobre “agentes extranjeros” o sobre la “propaganda LGBT”, entre otras) supusieron a Tiflis la suspensión de su candidatura a la adhesión de la UE y lanzaron a las calles a decenas de miles de jóvenes georgianos que sienten su futuro arrebatado.
Hemos hablado de cómo se vive la situación en el país en vísperas de las elecciones, y de los desafíos que presentan estos comicios con Anna Gvarishvili, periodista política y directora de Investigative Media Lab, y con Shota Kincha, periodista especializado en cuestiones de género y extrema derecha en OC Media, los dos desde Tiflis.