"Mi nombre es ministro. Primer ministro". " Eso. Dudo de eso".

Agente Ungureanu: misión imposible

El presidente Traian Băsescu trata de evitar tener que convocar elecciones anticipadas con el nombramiento del jefe de los servicios secretos al frente del Gobierno. Pero puede que este polémico personaje no se encuentre en la mejor posición para acabar con las protestas contra la austeridad y contra la clase política, señala la prensa rumana.

Publicado en 8 febrero 2012 a las 14:58
"Mi nombre es ministro. Primer ministro". " Eso. Dudo de eso".

Los rumanos han acogido con desconfianza el nombramiento de Mihai Răzvan Ungureanu como primer ministro el pasado 6 de febrero, puesto que están convencidos de que con este gesto no se va a modificar la política de austeridad. Al designar a Ungureanu en lugar de adelantar las elecciones legislativas previstas para noviembre, explica el Românialiberă, Traian Băsescu se ha “jugado todo a una sola carta”:

se juega el futuro de la derecha política en Rumanía. Si hay algo que minó la credibilidad del Gobierno Boc, no fueron las medidas de austeridad y las manifestaciones esporádicas, sino la impresión de debilidad perpetua y de compromiso sin límite. Dicho esto, podríamos revolcarnos por el suelo escuchando a la oposición decir en televisión que ‘estamos dirigidos por la Securitate’ [policía secreta de la época comunista]. No tiene ni idea de cómo funcionan los Servicios Secretos Exteriores (SIE por sus siglas rumanas) ni de a qué se dedica su director. No hacen sino proyectar su propia experiencia de exagentes de la Securitate. El SIE se ocupa de cosas bien diferentes, con una estrecha relación con la CIA. El espionaje no se trata de un asunto con chicas monas y coches de lujo, sino de una definición clara de las misiones y de una buena ejecución.

ParaJurnalul National, por el contrario, Ungureanu es un “chico de oro” de los servicios secretos, cuyo nombramiento pone fin a “un ciclo de desintegración nacional” y materializa

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el sueño presidencial: la creación de una junta militar de tipo euro-balcánica, capaz de dominar a través del miedo a una población empobrecida. ¿Cómo puede tildarse a un régimen mantenido por los servicios secretos que no sea de régimen militar? El presidente ha querido demostrar que él es el patrón de un Estado policial y acallar así tanto a sus socios como a sus adversarios.

En las páginas de Adevărul, el politólogo Cristian Pârvulescu también pone en duda que “un espía pueda ser primer ministro”:

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Que un espía en activo llegue a ser jefe de Gobierno dice mucho sobre el nivel de democracia existente en Rumanía. Se trata de un paso más en aras de la presidencialización del régimen. Además, como fue miembro suplente del Comité Central de la Unión de Jóvenes Comunistas en 1989, carece de la calidad moral para ocupar ese puesto. Formó parte de la nomenklatura. Si la Ley de Depuración [purga de los antiguos puestos de dirección comunistas] estuviese en vigor, no hubiese podido acceder a un puesto en el seno del Estado.

Una afirmación que contradice el România liberă, que subraya que “no formó parte de la Securitate”, los servicios secretos de Ceaucescu:

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fue un funcionario nombrado políticamente para dirigir una institución difícil, y ha desempeñado su labor de forma honorable. Cinco años después de que el primer ministro de aquel entonces le obligase a abandonar su puesto de ministro de Asuntos Exteriores, resulta irónico que ahora se le encargue formar Gobierno.

Más allá de la polémica levantada, “¿es este jefe del SIE la solución que necesita nuestro país?”, plantea el semanarioRevista22:

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Es poco probable que así sea. ¿Qué mensaje envía [con la designación de] un jefe de los servicios secretos al frente del Ejecutivo en pleno año electoral? ¿Cómo sabrá él gestionar el rompecabezas político formado por los intereses y la corrupción en el seno del partido [demócrata liberal, PDL, en el poder] y en los ministerios? ¿Cómo afrontarán los barones del PDL los asuntos relativos a la financiación de la campaña electoral y cómo va a asegurar que las elecciones se desarrollen de manera regular? Nos estamos haciendo muchas ilusiones, porque la herencia de Boc pesa mucho.

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