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Las economías en el sudeste europeo parecen estar muy lejos de su zona de confort. Los países de la región tienen que soportar las consecuencias de la ruptura de los vínculos con Rusia y las repercusiones de la guerra que tiene lugar en sus fronteras, al mismo tiempo que atraviesan la transición ecológica e intentan satisfacer las necesidades de los trabajadores, desde los agricultores hasta los médicos. Algunos países se las arreglan bien, pero otros sufren dificultades.
La potencia solar y la exportación de energía de Bulgaria
La economía de Bulgaria está dando señales positivas. En primer lugar, la energía verde, en concreto la fotovoltaica, alcanzó un máximo histórico. Evgeny Ahmadzai analiza en el periódico búlgaro Capital datos del Operador del Sistema Eléctrico estatal que demuestran que las fuentes de energía renovables del país suponían el 80 % del consumo energético al mediodía del 10 de abril. Una semana antes de hacerse pública esta noticia, Ahmadzai anunció un hito en la industria energética búlgara: la cuota de energía procedente de fuentes renovables igualó a la de la producción de carbón (22 %).
Además de ser un "exportador serio" de electricidad a países vecinos, Bulgaria ha experimentado un enorme aumento en sus exportaciones globales. Vera Denizova informa en Capital de que las exportaciones de Bulgaria se han duplicado en los últimos 10 años (2013-2023) y se han multiplicado casi por 7 en los últimos 20 años. Para contextualizar, el 40 % de los bienes que exporta Bulgaria son materias primas.
Todo es pena si el agricultor está triste
Mientras Bulgaria disfruta de la energía producida por sus paneles solares, Grecia se pasa de la raya con la introducción de energía fotovoltaica. Georgia Anagnou explica en la plataforma griega de investigación Solomon cómo Grecia está incumpliendo la ley que exige al Estado heleno informar sobre la parte de los terrenos de alta productividad ocupados por plantas fotovoltaicas. Los agricultores griegos temen haber superado ya el límite y tener que “pedir perdón a sus hijos”.
Mientras tanto, la producción agrícola en Moldavia ha descendido. El lado positivo, según destaca el periódico de investigación moldavo Ziarul de Gardă, es que la uva del país se convirtió en la fruta más vendida en el extranjero, tras experimentar un crecimiento extraordinario en los últimos años.
El sueño de comer fuera
A pesar de duplicar sus exportaciones, Bulgaria sigue registrando el poder adquisitivo más bajo de la UE, incluso inferior al de Grecia. Aphrodite Giantzis informa en el diario griego Efimerida ton Syntakton sobre datos de Eurostat que revelan que Grecia se encuentra un 33 % por detrás de la media de la Unión Europea. Si prosigue la tendencia a la baja, en breve Grecia podría intercambiarse el puesto con Bulgaria. “De hecho, mientras Bulgaria reduce constantemente la distancia que la separa del resto de la UE, al haber alcanzado el 64 % de la media europea, desde el 46 % de hace una década, Grecia, por el contrario, se derrumba”, observa Giantzis. Al fin y al cabo, los datos recientes recopilados por Giantzis del Instituto de la Confederación Europea de Sindicatos (Institute of the European Trade Union Confederation, ETUC) demuestran que los salarios reales en Grecia cayeron casi un 9,4 % acumulado en dos años (2022-2023), más del doble que la media europea.
El consuelo de Grecia es que no es el único país del sudeste europeo que lucha contra el descenso del poder adquisitivo. Por ejemplo, tal y como exponía el diario Cumhuriyet, muchos ciudadanos turcos decidieron boicotear cafés y restaurantes entre el 20 y el 21 de abril. “Debido a la elevada inflación y a las dificultades financieras, comer fuera se ha convertido en un sueño”, señalaba el diario turco.
En la región, uno de los países cuya economía ha prosperado en los últimos años es Chipre. El periodista financiero y empresarial Kyriacos Nicolaou del diario Cyprus Mail explicaba por qué Capital Intelligence Ratings decidió cambiar la perspectiva de su calificación de divisas extranjeras a largo plazo (LT FCR) de estable a positiva. “El Gobierno sigue gestionando el perfil de vencimiento de su deuda para reducir los riesgos de refinanciación, al mismo tiempo que mantiene un creciente colchón de efectivo para hacer frente a las perturbaciones a corto plazo y a las vulnerabilidades externas”, explicaba la agencia, tal y como citaba Cyprus Mail.
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